El reloj de la fachada del Legislativo boliviano, en La Paz, tiene desde hoy la numeración al revés y sus manecillas giran hacia la izquierda como símbolo del cambio político en Bolivia.
El ministro de Exteriores, David Choquehuanca, y el presidente del Senado, Eugenio Rojas, ambos indígenas aimaras, como el presidente Evo Morales, informaron hoy en sendas ruedas de prensa sobre esta iniciativa, que bautizaron como los «relojes del Sur».
Con esta idea quieren concienciar a los ciudadanos de que Bolivia es una nación del Sur y no del Norte, por lo que la forma de registrar el tiempo en los relojes debe ser diferente, al igual que lo son el solsticio y el equinocio en ambos hemisferios.
«No nos tenemos que complicar, simplemente tenemos que tomar conciencia de que nosotros vivimos en el Sur. No estamos en el Norte», dijo Choquehuanca.
«Quién dijo que el reloj tiene que girar de ese lado siempre. Por qué siempre tenemos que obedecer, por qué no podemos ser creativos», cuestionó el ministro boliviano, y destacó que haya sido el presidente del Senado el primero en haber puesto en marcha la idea en un edificio estatal.
Según esta nueva configuración, las doce siguen situadas en el norte, pero ahora las manecillas giran a la izquierda para contar las siguientes horas 1,2,3,4,5 hasta el 6, de donde suben por la derecha para recorrer el 7,8,9,10 y 11.
En la reciente celebración en Bolivia de la Cumbre de los países del G77 y China, a casi todas las delegaciones se les obsequió con un reloj de mesa con estas características, en forma de mapa boliviano y que incluía el territorio costero que el país perdió en una guerra contra Chile en 1879.
Según el ministro, esta iniciativa está en el contexto de otros avances que ha tenido la cultura andina para su reconocimiento, como el uso de bandera indígena whipala, hoy un símbolo nacional reconocido en la Constitución.
Citó asimismo la hoja de coca, también protegida por la Carta Magna, las campañas a favor de la Madre Tierra o Pachamama y la revalorización de la quinua.