El Festival Imaxinasons abre su décima edición con una exposición que rastrea la presencia del jazz en la ciudad.
“Vigo ten Swing” se inauguró ayer en la Casa das Artes. Supone una aproximación a este estilo musical desde los años veinte.
El recorrido comienza con documentación de la década de 1920. Ilustra la entrada del jazz en una ciudad en vías de crecimiento, que se convierte en pionera como receptora de esta música.
Llegó a través de la radio, pero también desde la otra orilla del océano, por el puerto. Sonaba en salas de baile, pero también en el cine: El Tamberlick proyectó “El cantor de jazz”, rodada en 1927, la primera película sonora. Esta sección refleja un dinamismo que duraría hasta los cincuenta.
La siguiente parada en la historia del jazz vigués es en las décadas de los 70 y 80, en las que asociaciones como Xuventudes Musicales toman el testigo como organizadores de concierto y festivales.
Después de 20 años de sequía, aparece Imaxina Sons y la situación actual. Las fotografías de Janite Lafuente inmortalizaron los mejores momentos de diez años de festival, por donde pasaron nombres de primer nivel.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 27 de julio en horario de 18 a 21 horas, de lunes a viernes; de 12 a 14 y 18 a 21 horas, los sábados; y de 12 a 14 horas, los domingos.