La Junta de Gobierno ha aprobado esta mañana el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de la ciudad. Este plan engloba todas las actuaciones de mejora de la movilidad hasta el año 2020, incluidas las ya contempladas en otros planes y las que ya están en marcha desde distintos ámbitos. Integra 15 medidas dirigidas a conseguir para 2020 una reducción de cerca del 6% del tráfico en la ciudad a favor de los modos más sostenibles (caminar, bicicleta y transporte público).
Proponen, en conjunto, 95 acciones, todas enfocadas hacia unos objetivos generales de mejora de la calidad ambiental, la competitividad, la seguridad y la universalidad de nuestro modelo de ciudad, en base a las líneas estratégicas que previamente había definido la Mesa de Movilidad, con la que se han participado las distintas fases del documento.
Con la menor utilización del coche se pretende reducir el ruido y la contaminación para aumentar el bienestar y la calidad de vida de los madrileños. Se prevé que con el Plan se dejarían de emitir 135.000 toneladas de CO2, 400 de NOx y 26 de PM2,5 como consecuencia de los 3,2 millones de kilómetros diarios que no se realizarían en coche respecto a la tendencia actual (escenario previsto de no aplicar ninguna medida).
Según los escenarios que plantea el PMUS, en 2020 se realizarán un 3,5% más de desplazamientos al día (130.000), que serán absorbidos por los modos sostenibles para que no repercuta en el nivel de congestión.
Se espera que con las medidas de disuasión del uso del vehículo privado y las de potenciación de los otros modos, se incremente de un 42 a un 46% el uso del transporte público y de un 29 a un 32% la conocida como movilidad activa (caminar y bicicleta). Por contra, el vehículo privado pasaría a representar un 22% de los desplazamientos diarios, frente al 29% actual.
Entre las medidas más destacadas se encuentran la implantación del SER inteligente, la priorización semafórica de los autobuses, la mejora de la red ciclista, la creación de aparcamientos de disuasión o la implantación de instrumentos tecnológicos para el control de la indisciplina en las zonas de carga y descarga.
Teniendo en cuenta que el gasto público municipal destinado a las medidas incluidas en el PMUS es, como mínimo, el asignado en los distintos contratos de gestión integral relacionados con la movilidad, este asciende a más de 692 millones de euros.
Diagnóstico
Madrid dispone de una importante oferta de transporte público, especialmente en la Almendra central de la ciudad, pero la estructura radial de gran capacidad, que llega casi al centro de la Ciudad, permite una fuerte penetración en coche desde el exterior, lo que determina índices de congestión elevados, la almendra central, con solo el 0,5% de superficie, concentra el 35,4% de los empleos de la región.
Así, de los cerca de 3.000 kilómetros de vías que dispone la ciudad, el 37% soporta intensidades de tráfico por encima de 10.000 vehículo por día, lo que representa el 85% del tráfico. Estas vías condicionan la calidad de los desplazamientos a pie, en bici y en transporte público, que son los que el PMUS se ha propuesto hacer más atractivos a los ciudadanos mejorando su calidad.
Por lo que se refiere a la demanda, en un día laborable tipo se registran más de 2,5 millones de desplazamientos en vehículo privado con origen o destino en la ciudad de Madrid, a los que habría que añadir los realizados por el taxi y la distribución urbana de mercancías, que pueden suponer hasta 0,9 millones de desplazamientos más. De los primeros, es decir, los desplazamientos no profesionales, más del 70% corresponden, bien a desplazamientos con origen y destino fuera de la M-30 (30%) o a la movilidad generada por el área metropolitana de Madrid (40%).
Desde el año 2004 hasta el 2012, el descenso del tráfico interior en vehículo privado en Madrid ha sido de prácticamente de un 15%, sin embargo el procedente del exterior (0,9 millones de vehículos entran o salen diariamente de Madrid) sólo ha disminuido un 5%.
Mesa de Movilidad
Este plan estratégico viene a concretar los planteamientos desarrollados desde 2006 por la Mesa de Movilidad, órgano consultivo que ha ido construyendo una visión compartida del modelo de ciudad que queremos para Madrid en materia de movilidad. Componen la Mesa de Movilidad representantes de distintas áreas de la gestión municipal, de los dos sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT), los partidos de la oposición en el Pleno, las asociaciones de vecinos (FRAVM), el mundo académico, los colegios profesionales, el Consorcio Regional de Transportes, Cámara de Comercio, Confederación de Empresarios (CEIM), asociaciones de fabricantes (ANFAC y ANESDOR) y clubes de automovilistas (RACE y RACC). «A partir de este mecanismo, Madrid crece ahora plasmando sus compromisos en un Plan cuya elaboración ha sido participada con la propia Mesa».