Durante 2012 se destruyeron en Catalunya 23.219 pequeñas y medianas empresas, casi seis veces más que las que desaparecieron el año anterior (4.377), según el Anuario de la pyme catalana 2014 de la patronal Pimec y Banco Sabadell.
El presidente de la patronal, Josep González, ha pronosticado que los datos de 2013 seguirán siendo negativos, basándose en las cifras de situaciones concursales –que ha lamentado que suponen, en un 90% de los casos, el cierre de las empresas–, aunque ha constatado que se ha tocado fondo y ha augurado que 2014 representará un «año de inflexión».
El director del Observatorio de la pyme de Pimec, Modest Guinjoan, ha asegurado que 2012 fue el ejercicio más duro de los últimos años «sin ninguna duda», y ha confiado en que 2013 sea el último en el que se mantenga este ritmo de destrucción, ya que supone una descapitalización muy importante de Catalunya.
Las pymes catalanas siguieron perdiendo peso en la economía en 2012: a la destrucción de empresas se le suma la caída de empleados (-4,9%) y del valor añadido bruto (VAB) (-1,7%), mientras que la productividad por empleado creció un 3,4%, el único dato positivo del año.
