Las becas de 600 euros que la ONG Red Incola reparte entre familias con escasos recursos económicos de Valladolid han beneficiado a 130 hijos de inmigrantes en los últimos cuatro años. El objetivo es ayudar a que puedan continuar sus estudios y contribuir a su promoción e integración social.
El 80% de las familias que solicitaron ayuda a Red Incola viven con ingresos familiares de 425 euros al mes –en la mayor parte de los casos procedentes de subsidios sociales como la Renta de Ciudadanía– lo que les coloca por debajo del umbral de pobreza, que está establecido en 625 euros para adultos. La mayoría de las familias proceden de Marruecos, pero también hay búlgaros, rumanos, ecuatorianos y estudiantes procedentes de otros países.
La escasez de recursos económicos familiares es el criterio principal para ser becado, pero el siguiente en importancia son los resultados escolares. Varios técnicos contactan periódicamente con las familias y los centros educativos para comprobar que los estudiantes se toman en serio su parte del compromiso, y para hacer seguimiento de sus resultados académicos. Estar becado es un estímulo grande que en la mayoría de los casos se traduce en una mejora del rendimiento escolar, pero no siempre es posible solventar carencias formativas importantes que vienen de atrás. Por eso, lo que Red Incola considera imprescindible para continuar apoyando a un escolar es su implicación personal, su esfuerzo y su interés, más que sus resultados, que pueden responder a muchas causas.
Además, Red Incola de nuevo ofrece clases de apoyo de Primaria en los Filipenses, y de Secundaria en el colegio María de Molina. Pero no son los únicos. La parroquia de Santo Toribio también pone su grano de arena, como la asociación El Cauce, o la ONG agustiniana Cebú, que es la que más horas y días de la semana ofrece apoyo escolar.
El programa ‘Una beca, una oportunidad’ se nutre actualmente, de un fondo procedente de aportaciones de colectivos e instituciones agrupados en Red Incola: el Colegio Mayor Menéndez Pelayo-Fundación INEA, de los franciscanos y de las residencias universitarias de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Monferrant de la Compañía de María, Santa Rosa de Lima de las Hermanas Dominicas, de las Hermanas de María Inmaculada y Labouré, de las Hijas de la Caridad.
El año pasado, además, se abrió una línea de aportaciones anónimas que fue todo un éxito. A través de la página web ‘Hazlo posible’ se organizó una petición de fondos por importe de 2.000 euros que se superó ampliamente, llegando casi a los 2.300. Esa campaña fue reforzada por otra en la que destacadas personalidades de Valladolid, como el escritor Gustavo Martín Garzo, el humorista gráfico José María Nieto, la corredora Mayte Martínez o el empresario Vicente Garrido Capa se implicaron personalmente para animar a los vallisoletanos a colaborar.
