Nuevo AZCA: más verde, más seguro, más sostenible

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PRUEBA

DESTACADASon 17 líneas de actuación, de distinto calado y con un calendario de ejecución también distinto, que » irán encajándose como piezas de un puzzle  en sucesivas fases y que aspira a fomentar una imagen propia y característica de AZCA». Así definía la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el Plan Director de este ámbito presentado. La iniciativa, anunciada durante el Debate del Estado de la Ciudad, quiere recuperar el espíritu con el que «el corazón financiero de Madrid» fue diseñado en los 60 por Antonio Perpiñá Sebriá. Son cerca de 600 páginas en las que se incluyen las medidas de las que se beneficiará el conjunto de la ciudad: vecinos, usuarios y  comerciantes.

Bajo la premisa de potenciar los rasgos de identidad de AZCA, este conjunto que en su día simbolizaba «las aspiraciones de modernidad y progreso de nuestro país, así como de la evolución misma del urbanismo», el Ayuntamiento madrileño ha diseñado un proyecto con una concepción integral del conjunto que abarca desde la gestión energética eficiente, la remodelación de los túneles, el cambio de uso de algunos establecimientos; la mejora de aceras y espacios para el peatón, o el incremento de la seguridad. Lo resumía así Ana Botella: «Éste es el modelo al que aspira AZCA con este Plan Director: más seguridad y menos contaminación».

Entre las propuestas más llamativas se encuentra el Salón Norte de Tetuán, un gran espacio verde peatonal de nueva creación al norte de AZCA o la consideración de la denominada «quinta fachada» verde, que permita o fomente la introducción de terrazas, azoteas y cubiertas vegetales o incluso ajardinadas.

Redactado por el Área de Urbanismo y Vivienda en estrecha colaboración y coordinación con la Junta de Distrito de Tetuán y el resto de áreas de Gobierno implicadas, cuenta con una financiación municipal entre 2014 y 2015 de casi 5,6 millones de euros. Desde hoy mismo estará a disposición de todos los ciudadanos en la web municipal.

Traducción a corto y medio plazo

A corto plazo, las medidas que se van a ejecutar comprenden la rehabilitación de las instalaciones de seguridad del anillo de circulación subterráneo; la remodelación del centro de control de túneles y galerías; implantación de medidas de ahorro energético en la fuente de la plaza de Pablo Ruiz Picasso y mejora de la eficiencia energética en el alumbrado público o la remodelación de aceras en el paseo de la Castellana.

Dentro de la estrategia de fortalecer la idiosincrasia de Azca se impone adecuar determinados usos terciarios actuales a otros más acordes con la realidad del entorno. La alcaldesa citó algunas de las opciones: seguir el ejemplo de «escena encendida» por el que han optado Callao y Gran Vía; convertirse en un espacio singular para el arte urbano, con la incorporación en la plaza Pablo Ruiz Picasso de hitos escultóricos por parte de las entidades privadas del ámbito; u optar «por la introducción de nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en todo este espacio público».

A largo plazo, el Plan propone aprovechar el enorme potencial del triángulo entre el Estadio Santiago Bernabéu (con su nuevo proyecto de ampliación), el Palacio de Congresos de Madrid y el propio complejo AZCA. Todo siguiendo una línea de actuación: la búsqueda de los entornos sostenibles, «el santo grial del urbanismo del siglo XXI», como lo definió Botella.

Más seguridad, menor contaminación

El Ayuntamiento es consciente de que el futuro de la ciudad se escribe bajo los principios «incuestionables» de la nueva economía, sostenibilidad, movilidad alternativa y seguridad subjetiva.

Las medidas para ahondar en esa sensación de seguridad subjetiva incluyen actuaciones que favorezcan la orientación, «para saber dónde se está y adónde se va, con una señalización adecuada del espacio»;  la visibilidad, «para ver y ser visto a través del propio diseño y también de los materiales utilizados»; la vigilancia, para facilitar el acceso de ayuda y de respuesta; y la habitabilidad «en un ambiente limpio y acogedor».

En cuanto a las medidas medioambientales, destacar el incremento de las zonas verdes del entorno, con la creación por ejemplo de un gran espacio verde peatonal al norte de AZCA, denominado «Salón Norte de Tetuán», o la consideración de la denominada «quinta fachada» verde, que permita o fomente la introducción de terrazas, azoteas y cubiertas vegetales o incluso ajardinadas.

Son múltiples las ventajas que aporta esta última medida, la «quinta fachada». Desde económicas hasta medioambientales o paisajísticas. Aísla de los cambios de temperatura y reduce la carga de residuos del alcantarillado; supone un ahorro energético e incrementa la presencia del componente «verde» en la escena urbana del ámbito.  Son medidas que dan cuenta de la trascendencia del Plan Director y «nos hablan también de esa otra forma de hacer ciudad nacida en este tiempo de cambios estructurales y de revisión de paradigmas que creíamos inamovibles», subrayó la alcaldesa.

Corresponsabilidad y coparticipación

La crisis económica que se está viviendo ha traído, para Ana Botella, una lección inolvidable, que la construcción de una ciudad es tarea de todos y en la que todos los esfuerzos cuentan. «Es la hora -dijo- en que se imponen los comportamientos participativos y de colaboración, donde el esfuerzo es común, como el sentido, que dice que si ‘yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo, juntos podemos hacer grandes cosas'».

Por eso el Plan Director se concibe bajo las premisas  de corresponsabilidad, coparticipación, colaboración público-privada, compromiso y trabajo conjunto. «Este Plan es un ejemplo perfecto de este espíritu de cooperación y contribución colectiva, ya que es el resultado de un trabajo minucioso y solidario en el que, junto al Ayuntamiento, han estado los vecinos residentes y las empresas y comercios de este área, muchos de los cuales nos acompañan hoy»