La comisión de la Gerencia de Urbanismo ha dado el visto bueno a la descatalogación del zócalo de ladrillo de las dos fachadas laterales del Mercado del Val con el objetivo de poder acristalarlas. Esta intervención en la envolvente del espacio de abastos es una de las estrellas del proyecto de reforma, en el que está prevista la inversión de 12,7 millones de euros.
La luz natural será la protagonista en esta rehabilitación. El diseño definitivo contempla mantener la actual estructura de ladrillo en las entradas de San Benito y plaza del Val con el objetivo de que la maquinaria e instalaciones auxiliares queden escondidas y no dañen la estética, mientras que en los laterales de las calles Francisco Zarandona y Sandoval unos grandes vidrios, con propiedades bioclimáticas para regular la temperatura e incluso generar energía con módulos fotovoltaicos, permitirán apreciar la actividad de los tenderos desde el exterior.
El equipo de arquitectos ha modificado en las últimas semanas el diseño en estos paños transparente. Así, en vez de dejar cristal limpio en toda la altura de la fachada se ha optado por colocar en la parte baja unas franjas de vinilo para que quede constancia del aspecto que ha tenido el mercado durante los últimos treinta años. Este diseño deja abiertos los rombos que ahora decoran la actual fachada para que tanto desde dentro como desde fuera uno pueda asomarse y apreciar bien el movimiento callejero, bien el trasiego comercial.
Esta intervención que no afecta en absoluto al valor histórico del edificio ya que del actual inmueble, inaugurado en 1882 y obra de Joaquín Ruiz Sierra, lo único original que queda es el armazón de hierro del inmueble, su esqueleto. El resto data de la reforma que se afrontó en época de Tomás Rodríguez Bolaños, entre los años 1981 y 1982.
Queda pendiente la adjudicación de la obra, con un plazo de ejecución de 18 meses. La idea del equipo de gobierno era adjudicarla en el mes de agosto, pero ha surgido un contratiempo. Las dos constructoras que aspiran a quedarse con el trabajo, Sacyr y OHL, iban acompañadas de dos cadenas de supermercados, El Árbol y el DIA, respectivamente. La compra de la cadena castellano y leonesa por parte del grupo Distribuidora Internacional de Alimentación deja en el aire ahora este aspecto. Esta semana está previsto celebrar una reunión para saber cómo se resuelve.
El interior del futuro Mercado del Val contempla cincuenta puestos de venta al detalle en la planta de calle, agrupados en módulos de cuatro para que todos los industriales tengan doble mostrador haciendo ángulo. En el bajocubierta se habitará una zona de restauración que hará balconada a la planta principal y en el sótano se instalará el supermercado con una superficie de 1.181 metros cuadrados. Descartado quedó el aparcamiento subterráneo previsto en los primeros planos por las dificultades técnicas, su alto coste y el rechazo de la oposición.
