El Palacio de Dar al-Horra fue residencia de la madre de Boabdil, Aixa y se abrirá al público a partir del mes de octubre, una vez que concluya la restauración que se está acometiendo sobre este edificio del siglo XV, construido sobre los restos de otro palacio zirí del siglo XI.
Este espacio, que sigue la tipología de casa hispanomusulmana, con miradores en la planta alta, techos policromados, patio rectangular y doble pórtico en sus lados menores, se incluirá dentro de la modalidad de Dobla de Oro, un bono turístico puesto en marcha conjuntamente con la Alhambra que permite un recorrido por enclaves de la Granada hispanomusulmana en el Albaicín, como la Casa Morisca Horno de Oro, el Bañuelo y el Corral del Carbón.
Las obras de restauración del Palacio comenzaron el pasado mes de octubre y han contado hasta ahora con una inversión de cerca de 400.000 euros de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, a través del monumento nazarí.
Esta cantidad se incrementará con otras partidas destinadas a la cata arqueológica, intervención en estucos y red de saneamiento, así como en la restauración de los techos, actuaciones que actualmente se encuentran en tramitación y estudio.
El Palacio de Dar al-Horra se construyó en el siglo XV sobre los restos de un palacio zirí. Su nombre significa ‘casa de la señora’ y en este palacio vivió la madre de Boabdil, Aixa.
Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, el edificio pasó por distintos propietarios hasta ser de titularidad estatal a principios del siglo XX. Fue entonces cuando el arquitecto y conservador de la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás (1988-1960), le devolvió el aspecto originario que había perdido. A esta restauración se sumaron las del arquitecto Francisco Prieto Moreno, en las décadas de los 40 y 60, y las de Eduardo Jiménez Artacho, en 1984.
Desde 2012, el Palacio de Dar al-Horra está adscrito al Patronato de la Alhambra y Generalife.