El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta ha visto partir esa semana al primer indocumentado de origen subsahariano que abandona la ciudad autónoma por voluntad propia y sin que en su caso medie ningún problema policial o judicial para regresar a su país de origen.
Issa Baldé, oriundo de Guinea Bissau, ha vuelto a la Península para, con la mediación de una ONG regresar a su localidad natal, Bafata, una ciudad ubicada en el centro del país y famosa por sus recursos naturales.
El guineano llegó por primera vez a España en 2011 a bordo de una embarcación a remos con la que cruzó el Estrecho de Gibraltar desde las costas marroquíes junto otra media docena de migrantes subsaharianos. En la localidad gaditana fue ingresado en el Centro de Internamiento de Extranjeros. Dos meses después viajó a Almería, donde ya residía uno de sus hermanos.
Desde Almería se fue a Lisboa, donde pasó más de un año sin mejores perspectivas de trabajo que las que encontró a su llegada a la Península, y en 2013 volvió a la región andaluza, que el pasado mes de junio decidió abandonar definitivamente con la intención de seguir en sentido inverso la misma ruta que le había traído a Europa a través de Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, Argelia y Marruecos.
Baldé compró el billete de barco con mi tarjeta de elector de Guinea y cruzó el Estrecho llegando hasta la frontera del Tarajal pero en Marruecos le impidió el paso, así que asombrado se vio atrapado en la ciudad autónoma, sin posibilidad de salida ni hacia el norte ni hacia el sur.
Finalmente, el migrante guineano, acordó su ingreso en el CETI y la incoación de un expediente de expulsión de territorio español que finalmente, con la colaboración de una ONG, detallan fuentes policiales, ha permitido su traslado a la Península para como paso previo a su salida en avión de vuelta a Guinea Bissau.
Baldé ha explicado que ha sido una decisión tomada por que la vida en Europa es muy dura cuando no se tiene trabajo, y que las cosas aún están más difíciles en España. El joven de 29 años ha declarado que por lo menos en su país, con su familia puede comer y dormir en casa.
El Gobierno central abrió en junio la convocatoria para la concesión de subvenciones para el desarrollo de programas de retorno voluntario de personas inmigrantes y solicitantes o beneficiarios de protección internacional, apatridia y protección temporal, por una cuantía máxima de 2,4 millones de euros. Los programas subvencionados están cofinanciados por el Fondo Europeo para el Retorno y su plazo de ejecución comprende el período que va de la fecha de la resolución de concesión de la subvención y al 30 de junio de 2015.