Ya ha comenzado la Semana Grande de Vitoria, las Fiestas de la Virgen Blanca, seis días con 331 actos y, sobre todo, con gran actividad y mucha fiesta en la calle.
Los miembros de la asociación de víctimas del 3 de marzo de 1976, fueron los encargados de lanzar ayer el cohete anunciador, en la balconada sobre la plaza de la Virgen Blanca.
«A cualquier vitoriano le hierve la sangre al ver esto», decía emocionado el alcalde de la ciudad, Javier Maroto.
La multitud entregada por completo miraba al cielo, minutos después, el Celedón, Gorka Ortiz de Urbina, enfervorecía a unas 80.000 personas allí reunidas con su descenso hasta la plaza. Repicaban las campanas de la Torre de San Miguel, la algarabía de la multitud apenas permitía escucharlas.Chupinazo empapado en cava o vino o lo que se preste, el saludo del Celedón deseando a todos felices fiestas y licencia para unos días de desmadre festivo.
El chupinazo es una explosión de adrenalina regada en cava -los menos- o espumoso de saldo -los más- que adelanta una válvula de escape de una semana para la ciudad, para los de aquí y para los visitantes, después del enésimo año de crisis y duro trabajo. Además, es el primer capítulo de la trilogía vasca de semanas grandes que sigue en San Sebastián y terminará en Bilbao.
http://www.youtube.com/watch?v=v87X8Ly4LIw
Las fiestas de La Blanca cumplen este año 130 ediciones. «Anteriormente tenían lugar las denominadas ‘Ferias de septiembre’ en la primera semana del citado mes. Este cambio festivo fue acordado en una sesión municipal con el objeto de hacerlas coincidir con la festividad de la Virgen Blanca que había sido nombrada patrona de la ciudad en 1822».
El personaje de Celedón se creó en 1957 y desde entonces hasta hoy cuatro blusas lo han encarnado. Este año ha repetido Gorka Ortiz de Urbina, que suda tinta para cruzar una plaza colmada que, además, buscan insistentemente el contacto con él ya que dicta la tradición que quien manosea a Celedón el 4 de agosto, mientras desciende por el cable, tendrá ventura en las artes amatorias en algún momento de las fiestas.