Trabajadores de Bioparc Valencia están alimentado a mano, con minibiberones, a una cría de rata gambiana –la especie de rata más grande conocida– que nació hace ocho semanas en la sabana subterránea del parque.
Esta cría fue rechazada por su madre con lo que el equipo técnico del parque decidió criarla a mano desde entonces. Al nacer pesó 119 gramos y actualmente, 171, según ha explicado el zoológico en un comunicado.
Se alimenta con cuatro tomas diarias de leche para bebés humanos, subministrados con minibiberones especiales y una toma sólida, de frutas y verduras. Su evolución es positiva y en estos días comienza a reconocer los recintos exteriores del parque, en la recreación de la «madriguera del oricteropo».
En Bioparc Valencia se ha logrado que los visitantes puedan penetrar en una recreación del subsuelo de la sabana africana, a través de las madrigueras construidas por los oricteropos o cerdos hormigueros que sirven como guarida para otros animales como los jabalís verrugosos, las hienas o las ratas gambianas.
La rata gigante gambiana presta una importante labor a poblaciones africanas que han sufrido o sufren conflictos bélicos.
Gracias a un sentido del olfato muy desarrollado y a que son animales fácilmente domesticables, son de gran ayuda para detectar minas antipersonales. Dado su bajo peso pueden caminar por encima de las superficies donde han sido enterradas las minas sin que éstas explosionen.