La Asociación de Padres de Personas con Parálisis Cerebral y Encefalopatías Afines de Salamanca fue constituida en 1979, por un pequeño grupo de familias, para dar respuesta a las necesidades de sus hijos, afectados con esta discapacidad.
La entidad surgió con el fin de proporcionar educación integral a unos niños que no tenían cabida en la red de centros públicos o privados existentes en la época. El objetivo era que a través de técnicas de pedagogía, rehabilitación, estimulación precoz, terapia ocupacional, fisioterapia, psicomotricidad y logopedia se consiguiera la normalización y la integración social de estas personas.
Una vez conseguido el primer objetivo, continuaron con la creación de dos residencias, dos pisos tutelados, dos centros de día y servicios múltiples como flota de autobuses propia.
La entidad pone a disposición de los padres un programa amplio que abarca cualquier necesidad de sus hijos, tenga la edad que tenga. Si el niño tiene, de 0 a 3 años, puede hacer uso del programa de educación temprana. A partir de los tres años, un lesionado cerebral se puede escolarizar en el centro de educación especial El Camino que actualmente cuenta con 52 alumnos y 41 profesionales para que la educación y la rehabilitación sea lo más individualizada posible.
Cada niño alcanza un desarrollo dependiendo de sus posibilidades. Los alumnos vuelven a su casa cada día, salvo los que no viven en la capital o los que no puede ir a su domicilio, por diferentes motivos, en esos casos se quedan en una de las residencias. La residencia Araluz dispone de 30 plazas y la de Oropéndola de 33 plazas.
Cuando los alumnos cumplen 21 años, dejan el colegio, y acuden a uno de los dos centros de día, que prestan asistencia a 113 discapacitados, donde el más joven tiene 22 años y el mayor 65. En los dos centros de día, tanto en La Cantera como en Entrecaminos, se ofrecen dos tipos de servicios, uno formativo -integrado por las áreas de pedagogía, ocio y tiempo libre,…-, y otro de rehabilitación con terapia ocupacional, atención psicológica, psicomotricidad, y logopedia entre otros.
Los pisos tutelados son una alternativa al servicio residencial más tradicional. Su ubicación y características les permiten impulsar objetivos prioritarios para las personas como la inclusión activa en el medio y la participación en todas las actividades de la vida diaria en las que pueden desarrollar o adquirir competencias y satisfacer una necesidad básica: la de disponer de un hogar, tranquilo y propio en el que vivir.
En la actualidad, Aspace cuenta con dos viviendas en propiedad en el casco urbano de Villamayor, acogiendo en cada uno de ellos a cinco residentes que son apoyados, en todo momento, por profesionales cualificados.
Esta experiencia de modelo residencial para personas con parálisis cerebral iniciada en el año 2001 es la única en Castilla y León.