El casco histórico de Borja se remonta a un asentamiento del siglo VII antes de Cristo en el cerro de la Cueva del Esquilar. Por él han pasado diferentes poblaciones como la celtibérica, romana o musulmana. Pero lo más destacado de Borja es la estructura urbana de su caserío y la numerosa arquitectura renacentista conservada que incluye alguno de los ejemplos más valiosos de Aragón.
Su estructura urbana parte de un casco medieval que se caracteriza por sus estrechas y empinadas calles y por una arquitectura tradicional que refleja la parcelación medieval a través de sus fachadas de ladrillo, sus cubierta de teja árabe y el decalaje en altura de las líneas de cornisa.
El Gobierno de Aragón, a propuesta del Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, ha declarado Bien de Interés Cultural el conjunto histórico de la localidad zaragozana de Borja. La declaración, que se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOA), conlleva una serie de medidas de tutela que deberá tener en cuenta el ayuntamiento del municipio para proteger su casco histórico.
Las medidas fijadas por el Gobierno de Aragón establecen que se mantendrá la estructura urbana y arquitectónica del casco histórico. Se deberá conservar las edificaciones existentes y cualquier construcción que se realice deberá responder a la tipología tradicional, respetando volumetrías y materiales. Asimismo las instalaciones urbanas, eléctricas o telefónicas deberán ir soterradas, entre otros.
El Ayuntamiento borjano tendrá que aprobar un plan de protección de su conjunto histórico que recoja estas medidas y deberá recibir el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio.
