La presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se ha reunido ayer por la tarde de con su nieto.
El nieto de la responsable de las Abuelas de la Plaza de Mayo nació durante el cautiverio de su madre en el centro ‘La Cacha’, el 26 de junio de 1978. Estas instalaciones funcionaron entre los años 1976 y 1978 como maternidad clandestina para detenidas.
Pocas horas después del nacimiento de Guido, el régimen le asignó otra identidad y posteriormente ejecutó a su madre, militante en la Juventud Universitaria Peronista.
Guido era el bebé de Laura, la hija de Estela, ahora es músico y tiene 37 años. Durante años su abuela ha protagonizado las marchas de la Plazo de Mayo y ha asistido al encuentro de otros niños secuestrados al nacer, con los familiares que aún le quedan.
Guido, que vivía con el nombre de Ignacio Iguain, se presentó en julio ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad porque tenía dudas sobre su propia historia. Se sometió a pruebas de ADN que coinciden en un 99% con el de los Carlotto.
Durante casi cuatro décadas, Estela de Carlotto buscó a su nieto. Se unió a la organización de Abuelas de Plaza de Mayo a fines de los 70, fue considerada en varias ocasiones como candidata al Premio Nobel de la Paz, y su búsqueda pronto se convirtió en un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos en Latinoamérica.
«Ya tengo a mis 14 nietos conmigo. La silla vacía va a estar con él, los portarretratos vacíos, que lo están esperando, van a tener su imagen. Es hermoso, es un artista, un chico bueno», ha dicho Estela.
Guido es el joven número 114 recuperado e identificado desde el fin del régimen militar argentino, aunque la organización de Abuelas cree que podría haber cientos más.
