Bonito del Norte: un lujo al alcance de todos. Trabajando o no, estamos en el mes vacacional por excelencia, con las playas, las calles y las carreteras abarrotadas. Es el mes de los tomates de verdad, los pepinos, los calabacines blancos, el melón, el albaricoque, el higo… y también el de la campaña del Bonito del Norte del País Vasco. Y en Olasagasti estamos a pie de cañón para tener listas las mejores conservas de Bonito del Norte de campaña para cuando necesites echar mano de ellas.
La campaña comenzó en junio y suele terminar a finales de septiembre aunque el año pasado se alargó un poco más. Es en verano cuando el Bonito viene a nuestras aguas tras la migración a coger fuerzas y alimentarse recuperando su mejor estado de forma y, por tanto, las mejores cualidades para ser consumido.
Eso sí, nada de pescas masivas! La pesca es selectiva, con caña y uno por uno. ¿Sabes cómo?. La pesca del Bonito se efectúa con artes tradicionales: de víspera se capturan cerca de la costa anchoa, chicharrillos y otras especies pequeñas que se utilizaran como cebo vivo para la pesca del bonito del norte. Una vez localizado el banco de Bonito se empieza a echar el cebo mientras se riega el mar con una potente manguera para recrear el efecto de un suculento banco de anchoas.
El bonito se excita ante semejante espectáculo (y quién no?) y los arrantzales (pescadores) lanzan sus cañas de bambú al barullo para pescarlo e izarlo a cubierta entero, sin un rasguño. Con este método evitamos también capturar otras especies y dañar el medio marino.
Nuestros Bonitos no son muy grandes: Aunque pueden llegar a pesar 25 kg, las dimensiones óptimas son entre 10 y 13 kilos. Los barcos lo descargan en los puertos de Getaria, Hondarribia (Fuenterrabia), Ondarroa, Bermeo desde donde de madrugada escogemos la mejores partidas, la cantidad, el precio según subasta… Una vez adquirido, lo enviamos directamente a fábrica donde lo elaboramos inmediatamente en fresco con un proceso totalmente manual y
artesano.
Es importante explicarlo porque a la hora de saborearlo en conserva, el resultado no tiene nada que ver. Desde que abres un tarro se nota en el color, la textura, el aroma y, sobre todo, la jugosidad y el sabor: todo llama al Cantábrico.
Llegar a hacer unas conservas de esta calidad no es tarea fácil. Intenta realizar tus propias conservas y lo comprobarás. Los que se toman el trabajo reconocen la dificultad a la hora de calcular la cocción, la cantidad de sal… y, aún casero, muchas veces no sale muy allá, la seguridad alimentaria deja mucho que desear y puede haber disgustos.
Escuchamos decir que Olasagasti hace unas conservas lo más parecido a las caseras (de hecho nuestra fábrica es como una gran cocina con mucha tecnología y buenos cocineros) cuando en realidad la mayoría de las veces supera a éstas: Somos especialistas y se nota! Garantizamos un producto excepcional y seguro.
Lo importante es mantener una despensa de calidad (verdura, fruta, carnes y pescado). Y Olasagasti te ayuda a llevarlo a cabo. www.conservasolasagasti.com