Turistas de todas las partes del mundo inundan cada día el museo de San Isidoro que ahora alberga la pieza divina más codiciada, obligando a aumentar el horario de visitas.
La posibilidad real de que efectivamente el conocido como Cáliz de Doña Urraca sea el verdadero ‘Santo Grial’ ha multiplicado la basílica de San Isidoro como lugar de culto para los amantes de la historia.
El indudable atractivo turístico para devotos, curiosos o escépticos que desean descubrir este Grial en primera persona ha ‘revolucionado’ la basílica.
Así lo demuestran los datos de asistencia de visitantes al templo leonés quienes, llamados por el imán de la ‘copa de Cristo’, de ese último cáliz, han elevado un 30% el número de entradas a San Isidoro.
La triunfante acogida de la ‘pieza divina’, ha llevado además a ampliar el horario de visitas con grupos de turistas que no quitan ojo a las peculiaridades de las cuidadas galerías, y se han puesto en funcionamiento talleres didácticos para quienes deseen participar activamente del conocimiento de la reliquia.
La fama arrastrada por el Grial ha permitido al museo contratar a algunos leoneses para convertirlos en guías turísticos del bien cultural que alberga ahora la ciudad.