La editorial Punto Rojo Libros celebró el pasado jueves los cien años del inicio de la construcción de la Plaza de España, un monumento diseñado por Aníbal González para la exposición iberoamericana de 1929 y declarado bien de interés cultural, con la habilitación de este espacio como «biblioteca al aire libre y punto cultural de encuentro», tal y como pretendía el propio arquitecto autor de su diseño.
Con unos mil libros donados para la ocasión, la editorial ha llenado de literatura las estanterías anexas a los bancos de las provincias de la Plaza de España.
Cientos de personas han podido disfrutar de todo tipo de lecturas: poesía, novela de ficción, tratados educativos, infantiles y otros géneros.
En los libros expuestos de la plaza ponen una pegatina que explica en inglés y en español «el motivo por el que el ejemplar se encuentra allí», además de invitar a que los lectores participen de la iniciativa y que continúe como una biblioteca al aire libre, ya que des de la organización han subrayado que «querían rendir homenaje al deseo de su creador».
Para la organización la jornada ha sido un «éxito literario» y el objetivo «se ha cumplido» y en el centenario del inicio de su construcción, la Plaza de España «ha visto recuperada la esencia que Aníbal González proyectó en 1914: un punto de encuentro cultural para la ciudad de Sevilla».