La explosión de dos cohetes simultáneos siembran el terror en el Ayuntamiento de Dicastillo, con el resultado de siete heridos que fueron atendidos por el médico y la enfermera del Consultorio.
Mucho miedo. El chupinazo festivo surcaba el cielo cuando prendían la mecha de otro cohete que, simultáneo, explota junto a un segundo causando heridas leves a siete vecinos que se disponían a saltar de alegría con el comienzo de las fiestas.
Una vecina ya detectó, dos horas antes, alguna situación anómala cuando una gallina picoteaba fuertemente la puerta del Consultorio médico y tanto Manuel Repiso (médico) y Monserrat Domínguez (enfermera) comenzaban su jornada laboral en Dicastillo y en el pueblo de Arellano.
A las doce y pocos minutos, su teléfono sonaba con insistencia. Se encontraban en Arellano, pueblo vecino. Al escuchar la llamada de emergencia volvieron raudos a Dicastillo (apenas 2 kilómetros) con el fin de atender a los heridos que acudían rápidamente hasta su consulta para ser atendidos de sus heridas.
La sangre manaba de ellos. Siete heridos de consideración. Una de ellas, M.F.L., la más grave tuvo que ser quitada de esquirlas y curada de las heridas en frente, brazo y abdomen. C.S., la más joven, fue atendida con una brecha en la cabeza. El resto, con heridas en diversas partes de su cuerpo. El médico y la enfermera, profesionales como sí solos, atendían a heridos, vecinos y periodistas sin pestañear.
Una explosión que ocurrió después de que la Concejala de cultura invocara a los Santos de Dicastillo al lanzar el chupinazo, “salvando” a los asistentes en el balcón del Ayuntamiento de males mayores de lo que pudo convertirse en una tragedia.