La cifra de incendios forestales en lo que va de campaña se sitúa ligeramente por encima de los mil. El dato lo avanzó ayer la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana.
La mayoría de los fuegos que se registraron se quedaron en solo en «conatos», o lo que es lo mismo, en muchos de los casos las llamas no llegaron a afectar a una superficie total de una hectárea.
La abundancia de lluvias durante los meses estivales ha contribuido hasta ahora a evitar que se declarasen incendios.
Aunque todavía es pronto para establecer una comparación y septiembre ha arrancado con un aumento considerable de las temperaturas -además, el período de máximo riesgo no concluye hasta final de mes-, los números parecen indicar, por el momento, una tendencia a la baja respecto a lo ocurrido en el último decenio.
En ese período el mejor dato se registró en el 2008, cuando en todo el año se declararon 2.546 fuegos, en los que ardieron 998 hectáreas de superficie arbolada, a las que hubo que sumar 5.337 de monte bajo.
También ayer, tres agentes forestales y nueve brigadas, con el apoyo de cinco motobombas y una pala, consiguieron sofocar un fuego que se había declarado de madrugada en la parroquia de Cádavos, en el municipio Ourensano de A Mezquita.
Según los datos provisionales que maneja la Xunta, las llamas quemaron una superficie próxima a las 32 hectáreas de monte bajo en un espacio incluido en la Red Natura. A primera hora de la mañana el fuego había sido controlado, y la Consellería de Medio Rural dio por concluidas las tareas de extinción pasadas las tres y media de la tarde.
