En lo que va de año, hasta el 31 de agosto, Madrid ha otorgado un total de 2.741 licencias para la construcción de vivienda nueva, una cantidad que supone un 35 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. Del informe realizado por el Área de Urbanismo y Vivienda se desprende que, de esos 2.741 pisos nuevos, 1.485 (54%) tienen algún tipo de protección y los 1.256 restantes (46%) son libres.
Si este ritmo positivo se mantiene hasta finales de año, se podría cerrar 2014 con casi 4.300 licencias de obra nueva lo que, en términos económicos, supone para la ciudad de Madrid una inversión de 258 millones de euros y la creación de 10.750 empleos.
Estos datos, positivos y optimistas, confirman una tendencia que se inició en 2011, cuando la cifra de licencias se duplicó con respecto al año anterior, hasta alcanzar las 5.278. En 2012 se mantuvo, a pesar del condicionante que suponía la sentencia del Tribunal Supremo de 28 de septiembre de 2012, que anuló la clasificación de ámbitos de desarrollo urbano, y que paralizó la iniciativa municipal durante meses, hasta el desbloqueo llevado a cabo por el Ayuntamiento de Madrid en 2013. Esta circunstancia supuso un pequeño descenso el pasado año, que a la vista de los datos que arroja el balance de los primeros ocho meses de 2014, ha quedado atrás.
Datos alentadores
Este ascenso de la actividad inmobiliaria, en el segmento de la vivienda, es un dato positivo para la economía en general y confirma un cambio de rumbo en el sector de la construcción residencial en la ciudad de Madrid.
Según apuntan los expertos en los últimos estudios del sector inmobiliario, Madrid encabeza la lista de provincias que recuperarán antes el ritmo habitual de construcción de viviendas, un dato que avala el esfuerzo del Gobierno de la ciudad por aplicar políticas que reactivan la actividad económica.
Este mismo informe, publicado esta semana, indica que Madrid no se encuentra entre las ciudades con la tasa de esfuerzo más alta (porcentaje de renta familiar dedicada al pago de la hipoteca). Todos estos indicadores, ponen de manifiesto el nítido repunte de la actividad inmobiliaria en Madrid, que poco a poco va alejándose de las peores cifras obtenidas durante la crisis.