El impacto económico de los trastornos cerebrales en España equivale al 8% del PIB

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PRUEBA

Los estudios coste-enfermedad son necesarios para poder hacer una correcta formulación de las políticas sanitarias y de los cambios necesarios para una mejor gestión de estos trastornos

Los trastornos mentales y las enfermedades cerebrales representan una alta carga en Europa y en todo el mundo. Investigadores del IMIM (Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas) acaban de publicar en la revista PLOS ONE los resultados de un estudio que estima que el coste de los trastornos cerebrales en España es de 84.000 millones de euros/año, dato que supera el gasto público en sanidad en España, que fue de 73.000 millones de euros en 2012.

Cuando se habla de coste de una enfermedad se contabiliza no sólo el coste directo sanitario -recursos empleados en la atención primaria, especializada, hospitalizaciones, medicaciones, programas preventivos, etc., sino también los costes directos no médicos de estos trastornos y enfermedades -por ejemplo el coste de los cuidadores- y los costes indirectos o pérdidas potenciales de productividad por muerte, incapacidad permanente o temporal, ocio perdido o disminuido, etc.

El estudio ha analizado un grupo de diecinueve trastornos y enfermedades cerebrales que engloba enfermedades neurológicas -demencia, epilepsia, dolor de cabeza, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares y enfermedades neuromusculares- y mentales -trastornos de ansiedad, trastornos de la estado de ánimo y trastornos psicóticos- para hacer una estimación global e individual de su impacto.

«Hemos estimado que, en España, la media del coste por paciente afectado de estas enfermedades es de 2.440 euros/año, con una amplia variabilidad dependiendo del diagnóstico que llegaría hasta los 36.936 euros/año en el caso de la esclerosis múltiple o 25.303 euros/año en las demencias «explica Jordi Alonso, responsable del estudio y director del Programa de Investigación en Epidemiología y Salud Pública del IMIM. «Hemos establecido también que de media un 37% de esta carga correspondería a costes sanitarios directos, un 29% en costes sanitarios indirectos y un 33% a costes indirectos, aunque estos porcentajes varían sustancialmente dependiendo del tipo de enfermedad o trastorno» añade.

Varios factores están incidiendo en el aumento del coste de estos trastornos. Cambios sociodemográficos como las unidades familiares más pequeñas o el aumento de la participación femenina en el mercado laboral están modificando el papel de las familias para hacerse cargo. Asimismo, las expectativas sociales sobre una esperanza de vida más larga y más funcional hacen que aumenten también los costes de estos trastornos.

«Hay que seguir investigando para superar las lagunas existentes en el conocimiento del coste de los trastornos mentales y algunas enfermedades neurológicas que en un futuro próximo los costos probablemente aumentarán debido al envejecimiento de la población y habrá una mayor prevalencia de trastornos degenerativos y asociados a discapacidad. Hay que tomar medidas para reducir el coste de la medicación efectiva y proporcionar una atención comunitaria eficaz y asequible» concluye Jordi Alonso.

Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) los trastornos cerebrales constituyen actualmente el 10,4% del coste mundial por enfermedad y se prevé que este porcentaje aumente hasta el 14,4% en el año 2030 Por este motivo, es determinante para la correcta formulación de las políticas de salud y para ayudar a la toma de decisiones, conocer cuáles son los factores principales que contribuyen a los costes de los trastornos cerebrales.