La pequeña fuente del Manneken Pis, uno de los principales símbolos de Bruselas, apareció ayer con barretina y traje regional catalán para conmemorar la Diada del tricentenario de Cataluña.
El Día Nacional de Cataluña fue ayer protagonista del centro histórico de la capital belga con la imposición del traje tamborilero del Bruch al Manneken Pis, ubicado a pocos metros de la emblemática Grand Place, el lugar más visitado de Bruselas.
Cada año la Asociación de Amigos del Manneken Pis (OAMP) se encarga de vestirle para conmemorar la festividad catalana a través de la figura del tamborilero del Bruch, una leyenda formada a partir de hechos ocurridos en 1808 durante la Guerra de la Independencia Española
En esta tradición también intervienen el Ayuntamiento de Bruselas y el Casal Catalá.
El Manneken Pis, considerado como el símbolo del folclore bruselense, cuenta con «más de novecientos trajes diferentes para conmemorar distintas festividades y ensalzar el folclore de distintas partes del mundo.
Muchos de estos trajes están expuestos en una exhibición permanente en el Museo de la Cuidad de la capital belga, ubicada en el centro de la ciudad y a escasos metros de la fuente.