Se trata de pequeñas obras -en total ocho- que consisten, entre otras cosas, en construir aceras donde sólo hay calzada, eliminar barreras arquitectónicas o ampliar los lugares públicos como nuevas plazas en un barrio que presenta graves dificultades urbanísticas.
Así, en las últimas fechas se han puesto 18 reductores de velocidad en la carretera de la Vía Lactea -la que rodea todo el barrio en su totalidad-. Estos llamados «lomos de asno» se han colocado desde la rotonda de la calle «México» (Cabrerizas) hasta el final del barrio.
Otra de las actuaciones supone eliminar un muro desproporcionado y alinear uno nuevo que permita ampliar el espacio público entre las calles «Perseo» y «Casiopea», todo ello acompañado de más plazas de aparcamientos, aceras y pavimento. Estas obras tienen un periodo de ejecución de unos meses.