Existen numerosas evidencias de que el entrenamiento de la musculatura respiratoria mejora la fuerza y la resistencia de los músculos respiratorios. A pesar de estos estudios, la controversia existente sobre la eficacia de este entrenamiento respiratorio se puede deber al hecho de que no se conoce el mecanismo por el cual se produce esta mejora.
A.M Edwards del Institute of Sport & Exercise Science de la James Cook University de Australia ha realizado un estudio que aporta nuevas evidencias sobre los efectos positivos del entrenamiento de la musculatura respiratoria en el rendimiento deportivo.
El estudio se realizó con la participación de 36 personas activas y sana; 18 personas (Grupo experimental) realizaron un entrenamiento con un aparato de entrenamiento respiratorio (POWERbreathe) al 55% de la presión inspiratoria máxima, mientras que los 18 restantes (Grupo de control) hicieron el mismo entrenamiento pero con sólo el 10% de la presión inspiratoria máxima. El entrenamiento consistía en realizar 30 inspiraciones máximas al día durante un periodo de 4 semanas.
Como conclusión los autores del estudio afirman que los integrantes del grupo experimental fueron capaces de tolerar una mayor velocidad durante el test progresivo realizado en relación al grupo control y mostraron una significativa meseta o zona llana en el Consumo de Oxígeno.
Estos resultados sugieren que el entrenamiento de la musculatura respiratoria mediante el Powerbreathe puede lugar a una mejora del rendimiento (velocidad en el VO2max) probablemente como resultado de la disminución de la percepción del esfuerzo durante el ejercicio de alta intensidad.