Cantabria quiere recuperar la población de urogallos que tenía en 1982

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PRUEBA

urogalloEl Gobierno de Cantabria ha publicado este jueves en el Boletín Oficial el decreto por el que se aprueba el Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico (Tetrao urogallus cantabricu), que entrará en vigor este viernes 3 de octubre.

El Ejecutivo pretende recuperar la población del urogallo en la Comunidad Autónoma hasta los niveles de 1982, cuando se conservaban 20 ejemplares frente a los cuatro que, como mínimo, se contabilizan en la actualidad.

El Plan recoge un diagnóstico de la situación actual y los objetivos, tendentes a asegurar la viabilidad de la población a largo plazo. Las actuaciones se encaminan a favorecer el éxito reproductor y la supervivencia de los adultos; disminuir la mortalidad no natural de la especie, y el establecimiento de un programa de cría y la creación de una reserva genética.
Se pretende garantizar también la conservación del los hábitats favorables y promover actuaciones de restauración de los mismos; asegurar la conectividad entre núcleos de población; aumentar el conocimiento de la especie y la conciencia social, e incrementar la participación pública respecto a la conservación de la especie.

El ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del Urogallo se compone de cuatro zonas: Tresviso, Peñarrubia, Camaleño-Vega de Liébana y Polaciones-Palombera-Bárcena Mayor. También se declaran tres áreas críticas para el urogallo en Cantabria: Tresviso, Camaleño y Vega de Liébana, zonas consideradas vitales para la recuperación y supervivencia de la especie.

El Plan articula una serie de medidas para la protección de estas zonas, con el fin de favorecer a la especie y su hábitat. En general, las entidades y organismos que intervengan en el otorgamiento de licencias, concesiones administrativas o ejecuten obras en el ámbito de actuación del Plan deberán observar el cumplimiento de sus directrices.
Será necesario en todas las actuaciones públicas un informe previo sobre su impacto en la población y hábitat del urogallo.
Quedan excluidas de este régimen de autorización las inversiones que se realicen en los terrenos urbanos de las zonas rurales afectadas por el ámbito de aplicación de este instrumento.

La evolución de la especie en Cantabria, al igual que en el resto de la Cordillera Cantábrica, es de una fuerte regresión desde el año 1982 hasta nuestros días, pasando de los 13-21 machos en cinco áreas de canto en la década de los ochenta, a los cuatro ejemplares, como mínimo, en tres sectores, en el año 2013.
La población de urogallo en Cantabria ha ido desapareciendo de Este a Oeste, quedando recluida prácticamente al entorno del Parque Nacional de los Picos de Europa.

El origen concreto de su desaparición son las causas globales, como es el cambio climático, pero también a una serie de factores locales que pudieran haber afectado a la especie. Entre ellas, la modificación del hábitat por ungulados silvestres; los efectos antagónicos de la evolución del medio forestal sobre la calidad del hábitat, debido al abandono del medio rural; el efecto de los depredadores; molestias durante el celo, y, como consecuencia, la nula tasa de reclutamiento juvenil.