El Algarve de la costa oeste de Portugal se vestirá de honor entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre en honor a la batata dulce, un producto autóctono con Indicación Geográfica Protegida.
Este producto arrastra la leyenda que la victoria sobre los árabes y conquista del castillo de Aljezur en el año 1249 se debió en gran parte a una pócima ‘mágica’ realizada a base de batata dulce.
El Festival es una invitación a descubrir esta zona de Portugal. Un lugar con paisajes vírgenes, grandes extensiones verdes y amplios paisajes marinos. Un clásico en el calendario portugués, que cada año atrae a más visitantes.
La batata dulce, poco habitual en la cocina española, aporta un rico y característico dulzor a los platos de cuchara, los guisos de carne o las guarniciones, simplemente hervida.
Ésas son sus preparaciones más tradicionales (así como dulces, como tartas, pasteles, bizcochos y puddings), aunque hoy en día se apuesta por recetas más creativas en las que duplica su protagonismo.
El Festival de la Batata Dulce acerca al público todo ese potencial en tres jornadas de degustaciones, menús temáticos, show cookings con reputados chef de la región y máster classes, tres días en los que tampoco falta la artesanía ni la animación.
La costa de Aljezur es rocosa, los acantilados se elevan altos y escarpados, de color gris pizarra, contrastando con el tono perla de las playas. Se trata del Parque Natural de la Costa Vicentina, con un patrimonio natural único en el mundo.
Todo un paraíso para los amantes de los deportes de aventura, que encuentran aquí las condiciones naturales óptimas para su disfrute. Especialmente los locos del surf, que tienen en las playas de Arrifana, Bordeira, Carreagem, Odeceixe y Praia das Adegas
