Los ministros de Sanidad de los 28 no han logrado este jueves un acuerdo para implantar de forma coordinada controles de temperatura en los aeropuertos a los pasajeros procedentes de países africanos afectados por ébola para frenar la enfermedad.
En su lugar, la UN ha acordado ayudar a reforzar los controles de salida en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia con el fin de evitar que los enfermos viajen.
Los Estados miembros se han comprometido a suministrar información personalizada a los pasajeros sobre los síntomas del ébola y el teléfono al que deben dirigirse si los tienen. Recogerán y compartirán los datos de contacto de estos pasajeros para poder hacer un «seguimiento» durante los 21 días que dura el periodo de incubación de la enfermedad.
El comisario de Sanidad europea , Tonio Borg, ha confirmado que hay un «compromiso» para recoger estos datos, pero ha explicado que mucha de esta información ya se puede recoger del sistema de información sobre visados y de las aerolíneas. Borg ha anunciado que se introducirán de forma urgente «protocolos y procedimientos comunes sobre cuestionarios para los pasajeros» y sobre mecanismos de seguimiento.
Ana Mato, ministra de Sanidad española, ha dicho que el objetivo es que «podamos hacer un seguimiento de los viajeros y también contactar con ellos». «Lo más importante es que vamos a intercambiar la información entre los distintos países, de manera que si un viajero aterriza en un aeropuerto de la UE esos datos de donde va a estar yendo el resto de los 21 días sea compartido por el resto de los países.
En cuanto a los controles de temperatura, Mato ha apuntado que «no ha habido acuerdo sobre ello» y que «cada país actuará como considere». En el caso de España, el Gobierno lo está estudiando, aunque no existe ningún vuelo directo con Guinea, Liberia y Sierra Leona, ha destacado.
En lo que sí ha habido acuerdo unánime entre los 28 es en la necesidad de reforzar los controles de salida que ya existen en Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia desde agosto. «Los controles ya se están haciendo, pero el problema es si son eficaces. La Comisión hará de inmediato una auditoría de los sistemas de control de salida para verificar su eficacia y reforzarlos», ha anunciado Borg.