Hemos compartido un café con una de esas personas que no te dejan indiferente. Rockero, compositor, ex de Barricada y ahora preparándose para una nueva etapa que, aunque ya comenzada, el martes 21 de octubre se hace visible con la presentación oficial de Miss Octubre. Un grupo que surge de las ganas y el saber hacer de Alfredo Piedrafita y de varios amigos y amigas que han configurado una banda que no va a dejar indiferente a los amantes del rock and roll en todas sus facetas.
Dentro de dos días publicáis el primer disco de tu nuevo grupo, Miss Octubre, ¿cómo ha surgido este grupo?, ¿qué tipo de música vais a ofrecer?
Toda mi vida he hecho rock and roll, rock and roll tirando a rock duro, es lo que me ha gustado siempre y no voy a cambiar, por supuesto. No tengo ningún problema si de repente me apetece meter una guitarra acústica y hacer una canción acústica, no tengo complejos de ningún tipo. Yo lo definiría como rock duro, con toques de rock clásico, el que mamé de jovencillo, de alguna manera siempre ha estado ahí desde que tenía 13-14 años. Hay mucha guitarra y eso está ahí, pero con un sonido muy moderno, muy actual.
¿Cómo surgió ésto?, pues nació a raíz de la separación de Barricada lógicamente. Yo seguí haciendo canciones, como siempre. A veces paro, creo un riff de guitarra, a veces lo recupero. De esta forma, tuve siempre la idea que con canciones mías, con la música mía, lo cantaran diferentes cantantes de grupos de rock y de pop del país. Incluso había hablado con unos cuantos y todos se ofrecían. Algo del tipo a lo que hizo Santana en su día, o Slash, salvando las distancias lógicamente, y la primera de las canciones que hice se la mandé a Agnes de Lilith, somos muy amigos desde hace muchos años, y me comentó que igual era más cómodo, fácil, hacerlo los dos juntos, más llevadero de cara al directo y sería más interesante para darle así continuidad.
Por otra parte, yo estaría metido en una banda, que es lo que más me ha gustado a mí, ser parte de una banda. Hablamos con Iker, que era el que nos faltaba, ya que nos daba una seguridad tremenda a la hora de componer, de cantar, de grabar, de tocar, toca todo tipo de instrumentos, y así se creó el núcleo de Miss Octubre. A partir de ahí, hicimos todas las canciones, dejamos todo terminado y luego ya reclutamos a Sergio y a Rafa para tener la banda de directo preparada.
¿Trabajar con gente de distintas generaciones, un reto, una gozada, dificultades?
Para mí es una suerte. Cuando estaba en Barricada me preguntaban qué grupos te gustan de aquí del país. Yo siempre he tirado hacia grupos que miraban un poco más allá, que tenían cierto “malditismo”, por decirlo así, entonces siempre decía lo mismo, me gusta Correos, me gusta Dickers, me gusta Lilith, y claro, la gente te decía, en Dickers está tu hijo, Lilith son tus amigos, normal, no, no, es que realmente me gustan. Ahora mismo tengo la suerte de trabajar con ellos, con lo cual, ese toque que tienen ellos se nota en Miss Octubre. La parte de ellos que me gustaba la tengo aquí. La parte mía que me gustaba está aquí, con lo cual hemos coincidido. Somos amigos, las tres bandas somos gente bregada en mil escenarios, con lo cual todos sabemos como vamos a comportarnos cada uno en el directo, en el estudio y a la hora de hacer las canciones. Estamos encantados.
A nivel personal, ¿hay evolución en tu música con respecto a lo que hacías en Barricada?
Para mí, y desde que estaba en Barricada, tenía esa obsesión en la vida de no repetirme. Nos pasaba con los barri, cuando oíamos algo que nos sonaba a algo anterior iba directamente a la basura. Quiero decir, que en Barricada, disco a disco, siempre era una evolución, un paso más adelante, le gustara a la gente o no le gustara, que también dimos pasos, algunas veces, demasiado grandes y nos lo hicieron saber nuestros seguidores. Con ésto es lo mismo, es un pasito más hacia adelante. Me ha costado lo mío hacer las canciones por lo que te digo, llevo hechas muchas canciones en mi vida y tengo que buscar cosas nuevas, cosas que no haya hecho, que no suenen a lo anterior. Así ha sido, yo lo definiría como un pequeño pasito más.
La música de Miss Octubre es potente, con toques de metal, con rock clásico o con punk, ¿crees que el público clásico de Barricada va a seguir al grupo o, más concretamente, a qué público va dirigida esta propuesta musical?
Supongo que si vienen con las orejas abiertas a una historia nueva de un grupo de rock pueden entrar, si vienen buscando algo que sea una copia de Barricada no lo van a encontrar. Lógicamente tiene toques de Barricada, si alguna de estas canciones las cantara el Boni dirían, es Barricada. La voz marca mucho y al ser una voz diferente…
Ahora mismo hacer canciones pensando en el público que vas a tener creo que tal y como está la industria discográfica y está el mundo de la música es difícil.
Creo que lo primero que hay que hacer es lo que hacemos. Canciones que nos gusten a nosotros, que nos quedemos plenamente satisfechos y luego como siempre, trabajar lo máximo para llegar al público y que la gente escuche tus canciones y que decidan, que te ten, por lo menos, la oportunidad de escucharlas. No sabes si va a ser un público más joven, más mayor. En barri teníamos público de varias generaciones y creo que ahora podemos llegar a público también de varias edades y generaciones siempre y cuando vengan a escuchar rock and roll y se quiten de cliches o esperen copias e imitaciones de algo que ya pasó.
Podríamos definirla como “música energética”. Y además, lo digo, tanto musicalmente como en las letras. Hay letras que hablan de soledad y tristeza y escuchas las canciones y te dan un montón de energía, hablan de superación personal, en mi caso con lo que pasó pero no solo en el mío si no en el de los demás, creo que es algo que nos ha movido mucho, nos hemos involucrado mucho y nos hemos metido en esa opción de tirar adelante, al mal tiempo buena cara.
¿Una vez que publiquéis el disco para cuándo la gira y para cuándo en Pamplona?
Seguramente comencemos en enero la gira y espero que Pamplona sea el primer punto. Tenemos varias ofertas para tocar en diferentes sitios y en breve estudiaremos los lugares. En noviembre haremos una presentación en Madrid para medios, seguidores y amigos en la que se verá de qué va a tirar Miss Octubre en directo, se verá la potencia que puede haber arriba en el escenario. Y a partir de enero ya empezamos en serio.
Has hablado de superación personal, hiciste hace unos meses un viaje al Sahara del que surgió un libro de fotografías, “La estación perpetúa”, ¿qué supuso ese viaje como punto de inflexión, como reflexión, al finalizar Barricada?
Como reflexión personal es un viaje que te enseña muchísimo. Al volver de allá pensaba que a los niños de aquí en vez de mandarlos a la semana blanca, a esquiar, lo deberían de mandar a la semana saharahui, para que vieran lo que es apreciar lo poco que se tiene. Creo que es una lección de vida ir a cualquier sitio así, ver cómo una gente que está siendo machacada por todos los lados, desde Marruecos, desde Europa, desde Estados Unidos, le dan desde los propios países islamistas, como que los quieren aniquilar, y ver como te abren los brazos, te ponen una sonrisa tremenda… y alucinas, cómo se puede conseguir una sonrisa con lo que tiene esta gente.
Ves que lo poco que tienen y cómo te lo dan, ver que estás en su casa y su única obsesión es que comas lo mejor, quedándose ellos sin comer, que te eches una siesta, que no tengo sueño, no, échate aquí tranquilo que estás en tu casa, quítate los zapatos, eso es impresionante. A mí me impresionó muchísimo y me gustaría volver. Creo que nos pueden enseñar muchísimo esta gente.
¿Qué significó el final de Barricada para tí cuando ya percibes, sobre todo en los dos últimos conciertos del Anaitasuna, que acaba una historia de tres décadas?, ¿qué siente Alfredo?
Creo que un poco lo que se veía desde el escenario, se veía alegría y se veía tristeza. Eran sentimientos enfrentados. Alegría por la grandiosa despedida que tuvimos, por las muestras de cariño que nos hacía muy difícil acercarnos al micro y poder cantar con el nudo en la garganta que teníamos. Era increíble eso, pero alegría porque acabábamos de buen rollo, por una decisión bien aceptada y, bueno, ver lo que habíamos supuesto. Creo que ya lo sabíamos pero te das cuenta que Barricada no es una cosa de cuatro personas, es una cosa de muchísima gente que eran Barricada como nosotros, que sentían las canciones, que disfrutaban de recuerdos. Fueron momentos muy agridulces pero sobretodo, la sensación del trabajo bien hecho y que los treinta años no nos lo quita nadie.
Cuando eras un adolescente ni imaginar que 32 años después estaríais dando unos conciertos de despedida. Supongo que tiene que ser una satisfacción haber sido referente de tanta gente, entre los que mi incluyo.
Con aquella edad, con 18-20 años, quieres subir al escenario y vivir la vida intensamente, tampoco piensas mucho más allá. Me acuerdo que nos preguntaban ¿tú te ves con 40 años en un escenario?. Tú estás “loco”, con esa edad estaré más viejo que viejo y más acabado que acabado y ahora estoy con 53 con la ilusión de aquel día. Te das cuenta de que hay cosas que no se pierden.
Con Barricada siempre ha pasado y con todos los proyectos en los que me he metido. Vives el momento a tope pero con la edad meditas un poco más, piensas las cosas dos veces, tomas las decisiones en la almohada. Antes tomabas las decisiones y ya está, toma, pero así es como se hace la vida. Metes la pata y de esta forma, la segunda vez aprendes a no meterla, todos somos humanos, antes que músicos somos personas. A veces igual te ven, por las luces del escenario, por la música, te ven como algo diferente, y realmente bajas del escenario y eres una persona normal.
Habéis hecho canciones históricas, algunas convertidas en himnos como “No hay tregua”, ¿qué diferencias encuentras con la música de los 80, principios de los 90, con lo que se hace o haces actualmente?
Marcó mucho esa época la agitación social. solidaridad, huelgas, intentar ayudarse los unos a los otros a nivel general, entre currelas de un sector y de otro. Marcó mucho en las canciones, todavía se podían conseguir himnos con las canciones. Ahora mismo es muy difícil, hay muchísima música, hay canciones muy buenas, grupos muy buenos, puedes tener canciones que te gusten muchísimo pero conseguir himnos como el que conseguimos nosotros lo veo muy difícil.
¿Desde cuando te gusta la fotografía?
Desde hace cinco o seis años que hice un viaje a Australia de cinco meses y tenía una cámara de fotos de estas cutres, compacta y una cámara de video. Entonces como quería grabar cosas de video y hacer alguna foto, pues para no tener dos aparatos me compré una reflex digital y como tenía mucho tiempo empecé a mirar tutoriales por internet, empecé a aficionarme y, claro, Australia es un sitio que si te gusta la naturaleza alucinas porque sales de la puerta y estás ya en el séptimo cielo, tienes el arrecife de coral, los bosques impresionantes.
Cuando volví a Pamplona, tuve la suerte de conocer a gente de la fotografía, muy amigos míos ahora, tenemos un grupo de fotografía con gente que sabe y profesores.Todos los lunes nos vamos a hacer fotografía nocturna, cenamos, sobretodo cenamos (risas).
Me gusta salir y hacer fotos de pájaros, de naturaleza, menos de conciertos de rock, me apetece ésto como algo tranquilo que me da mucha paz y tranquilidad, prepararte la salida a un sitio, a dónde vas. Allí si buscas a un pájaro, tienes que ir unos días antes haber dónde se pone, si hay posaderos, los fondos, luego el día elegido te puedes pasar horas metido en un hide y que no aparezca el pájaro, pero estás ahí metido contigo mismo y me gusta mucho. En un concierto de rock tienes que pelear con todos, que si hay poca luz, mucho humo, con el mánager que no hagas fotos. No he probado a hacer fotos en un concierto de rock pero, verdad es que es todo un mundo.
Haciendo balance, ¿ha compensado todo, la fama, el trajín de los conciertos, estar dentro de Barricada?, a nivel personal seguro que sí pero ¿a los treintantos o a los cuanrenta te hubiese gustado haber hecho algo diferente?
Yo creo que no, ha sido todo sin planearlo. Ha sido todo viéndolas venir. Al principio, malvivíamos de la música, pero malvivíamos. Poco a poco pudimos llegar a vivir de la música en este país, eso es una cosa increíble. Yo no cambiaría la música por nada. Yo me he dado cuenta y sobretodo después de la historia de Barricada que yo no puedo vivir sin la música. Es imposible.
¿Hasta cuándo te ves en ésto, hasta que te jubiles…?
No sé si un músico se puede jubilar de ésto. Supongo que habrá un momento que no te podrás subir al escenario o no puedas llevar una guitarra. Espero tener la dignidad suficiente para darme cuenta cuando se me esté yendo la pinza mucho. y que ya no estoy para subir a un escenario.
De todas formas y esta es una de mis reivindicaciones de siempre, ya no te digo el rock, en este país la música en general, no solo el rock, no se ha considerado parte de la cultura. La música no es considerada como algo profesional. Los padres llevan a los hijos a estudiar música como una actividad extraescolar, les da igual que a los dos años digan que ahora quieren kárate o fútbol, porque no se ha considerado como algo importante. Ahora un poco más. Verás a pocos padres decir que quiero que el chaval sea músico, y de rock a menos, cuando realmente es un trabajo más.
Yo me sigo sorprendiendo, tengo 53 para 54 y cuando voy a casa de mi madre, alguna vecina de toda la vida, que me llama “Alfredito”, y te dice con todo el cariño, “Alfredito”, aparte de esto que haces, del rock y de la música, ¿tú de qué te trabajas?. Me río mucho. Parece que esa fama que la hay, por supuesto, del sexo, drogas y rock and roll, trivializa algo tan potente como la música como cultura. Cuando estuve en Australia veía a músicos en la calle que tenían a personas alrededor sentadas y que aplaudían disfrutando con ellos. Y era un músico callejero. Aquí un músico callejero es “lo peor”, estamos acostumbrados a estar en una terraza y venga el pesado del acordeón, que no tiene ni idea de tocar muchas veces, y te de la brasa, hasta que le das y se va. Pero en muchos países es todo lo contrario, en Francia, en Inglaterra, creo que somos muy adelantados para algunas cosas pero para otras no.
¿Cómo aprendiste a tocar la guitarra y a componer? ¿cuándo te diste cuenta de lo bien que se te daba esto?
Creo que no he aprendido todavía (risas). Con 12 o 13 años me regalaron mis padres la primera guitarra, por esto te decía antes lo de las actividades extraescolares. En realidad, si hubiesen sabido a lo que me iba a dedicar igual no me la hubiesen regalado (risas). En realidad nos la regalaron a mi hermano y a mi junto con una bandurria. Él, como era mayor, eligió la guitarra y yo la bandurria. Nos apuntaron a una rondalla a la que fuimos un día y no volvimos nunca más. La bandurria se quedó allí arrinconada y los dos nos peleamos por la guitarra.
Poco a poco fuimos aprendiendo por nuestra cuenta, compramos libros de acordes, discos que nos gustaban de entonces, Deep Purple por ejemplo y así, poco a poco.
No he tenido una formación académica. Veo que hay gente que la tiene y el problema es que luego, a veces, no saben componer canciones. Yo he tirado mucho de lo que sale de mí, del corazón, de hacer cosas que luego me las explica alguien que sabe, pues estás haciendo una escala de no sé qué y no sé cuántos, pues te juro que no tenía ni idea. Cuando hago un solo de guitarra me gusta que se pueda cantar o silbar, siendo parte de la melodía.
Los acústicos me cuestan mucho ya que con la eléctrica cuesta menos sacar el sonido pero con una guitarra y una voz cuesta mucho, el trabajo de los dedos es más fuerte, tienes que currártelo mucho más para que la gente se integre. Admiro muchísimo cuando un tío con una guitarra acústica y una voz hace moverse a la gente. Alucino. He alucinado mucho con Brian Adams, lo he visto en directo mucho, y poner a 5.000 personas patas arriba es alucinante.
¿Hubieses seguido con Barricada?
Yo sí. Hubiese seguido. De hecho habíamos remontado una ausencia muy fuerte y carismática. Habíamos hecho “Flechas cardinales” que tanto por crítica como por público y actuaciones es considerado de los mejores de Barricada pero bueno, Boni se quería embarcar en otra historia y yo, la verdad, aguantar una ausencia carismática vale, pero dos, además en las voces, que es algo fundamental, ya era demasiado No pasa nada, acepté la decisión porque me lo dijo a la cara y como deben ser las cosas. Y me parece muy bien.
También me di cuenta que mi vida no sería nada sin música pero que hay vida más allá de Barricada. He tenido la suerte de contar con amigos, familia que me han apoyado mucho, y que me han motivado para no tirar la toalla y junto con mis ganas de tirar para adelante… pues a por ello.
¿Alguna vez contaréis qué ocurrió en la separación, con aquel cruce de comunicados entre el Drogas y el resto del grupo?
Como en todas las separaciones cada uno piensa que tiene su razón y lo vive plenamente, y entones estás convencido. De hecho, hemos sido amigos desde siempre, lo que no era lógico es semejante ruptura tan traumática. Nuestra versión es que que él quería hacer una carrera en solitario que a nosotros nos parecía bien, siempre lo habíamos hecho, y necesitaba más tiempo de parón. Nosotros creíamos que Barricada tenía muchas cosas por decir, no podíamos parar demasiado tiempo porque no, porque pensábamos que Barricada era una historia tan nuestra, tan de Boni y mía como de él. 30 años dejándonos la vida, teniendo derecho a tomar nuestra decisión, simplemente eso, Él lo tomó como un desprecio en donde no me voy a meter, en historias raras para nada.Han sido mis compañeros durante toda la vida, les agradezco muchísimo y he aprendido mucho de ellos.
Siempre he intentado alejarme del amarillismo de mucha gente, oye, “éste ha dicho de ti no se qué…” como para que saltes y digas…yo no estoy para saltar y no. Soy músico y hablo de mis grupos, de mi música. Si voy a la radio hablo de la música, como estamos hablando ahora de Barricada. Por supuesto no voy a decir nada de Barricada, estoy orgullosísimo de ello. De hecho, con Miss Octubre voy a seguir tocando canciones de Barricada lógicamente.
Habiendo trabajado con gente como el Drogas o el Boni, muy carismáticos, siendo la cara visible de Barricada, mediáticos. ¿Cómo vas a sentirte siendo, posiblemente, una de las bazas importantes de Miss Octubre?
Estoy con otra gente que están muy bregados en esto del rock and roll. Siempre he sido una persona de grupo. Me molestaba mucho cuando la gente decía “me gusta mucho esta canción del Boni o del Drogas. Vamos a ver, es una canción que la cantan ellos pero que es mía.
La fama…me fastidia que no se tenga en cuenta el trabajo, yo quiero que se reconozca que si un grupo de cuatro personas funciona es porque se ha unido el talento de esas cuatro. De hecho Barricada si ha funcionado ha sido por eso. Eramos cuatro personas con cuatro formas de pensar diferente y el resultado era ese. Uno tiraba para un lado, otro para otro y así salían las canciones. A mí me gusta trabajar así.
En Miss Octubre trabajamos así. Iker y yo estamos haciendo las canciones y si salen así es porque somos tres personas, junto a Agnes, quien escribe las letras, consiguiendo ésto. La prensa que lo ha oído y la gente que ha escuchado lo que hemos adelantado nos dicen que gusta y que perciben mucha energía positiva. No tengo ninguna batalla que ganar. Si habría alguna sería ésta, tener el disco aquí, para mí, es haber ganado una batalla contra mí mismo, contra la evolución de la vida y estoy encantado. Estoy feliz como cuando tenía 18 años. Me paso 24 horas al día maquinando qué hacer para ésto y mientras no lo pierda, bien voy.
¿Cómo surgió el nombre?
Es curioso. Al ser Agnes la que canta todo el mundo piensa que va por ahí… pero no. En realidad surgió de un calendario solidario que hizo hace dos años Mikel García Otamendi, benéfico, en donde había gentes del rock y a mí me tocó octubre.
Cuando anunciamos la disolución de Barricada, hubo momentos muy duros. Cuando hablaba con Agnes (cantante), eran conversaciones serias y tristes, ella era seguidora de Barricada también. Para quitarle hierro al asunto ella solía llamarme Miss Octubre y a la hora de elegir el nombre creímos que reflejaba bien la lucha contra la adversidad y las ganas de superación. De todas formas, el nombre es lo de menos, es importante pero más cuando la gente te asocia a la música.