Un gigantesco rebaño de ovejas ocuparon el centro de Madrid este domingo, celebrando la XXI Fiesta de la Trashumancia.
Hay que reivindicar la trashumancia porque está muy abandonada, somos muy pocos los que hoy seguimos haciéndola», ha expuesto Elías González García, el ganadero del rebaño de 2.000 ovejas merinas que ayer atravesaron Madrid desde Villar del Cobo, en Teruel, camino del Valle de la Alcudia, en Ciudad Real. Un viaje que durará un mes y que atravesará muchas localidades.
Desde la madrileña Casa de Campo partieron dos mil cabezas de ganado a primera hora de la mañana para llegar, sobre las 10.30 horas, a la Plaza de la Villa, donde, como marca la tradición, autoridades y pastores renovaron la simbólica firma de la Concordia, un documento del año 1418 que permite el paso de las ovejas por las Cañadas Reales de la Villa de Madrid.
Con el trato cerrado -al modo tradicional- en 100 maravedís, los corderos continuaron su trayecto hasta la Puerta de Alcalá por la Calle Mayor y Puerta del Sol, flanqueados por centenares de curiosos que aguardaban expectantes su paso a ambos lados de la calzada.
Dirigidas por Sergio García y Domingo Tabares -los pastores- las ovejas hicieron el camino sin incidencias. Les siguieron grupos folklóricos cerrando la comitiva.