Conservas Serrats es una de las empresas más antiguas del sector conservero de Euskadi

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serrats_conservasEl fundador de conservas Serrats se mudó de Cataluña a Vizcaya, convencido de la calidad de los productos del mar Cantábrico. Allí nació la empresa que hoy dirige la quinta generación. A punto de cumplir 125 años, Conservas Serrats es una de las empresas más antiguas del sector conservero de Euskadi.

En 1890, su fundador, José Serrats, decidió dejar su Cataluña natal junto con su hijo para deslocalizar la producción de salazón de anchoas del mar Mediterráneo al Cantábrico, ya que vio que Bermeo (Vizcaya) era una mercado por explotar y donde se encontraba uno de los puertos pesqueros más importantes del país.

Con esta iniciativa, la primera generación fundó la compañía, pionera en implantar técnicas de conservación provenientes de Francia. Aprender sobre cómo se estaba trabajando fuera les permitió abrirse pronto a mercados europeos y, desde 1914, la exportación de sus productos es una de sus actividades principales.

“Iniciar la internacionalización tan pronto fue muy importante, pero también lo fue la diversificación de las actividades. Al principio, se dedicaban exclusivamente a la elaboración de filetes de anchoa; con las nuevas técnicas abarcaron diversos tipos de pescado, todos de origen cantábrico”, cuenta Ignacio Serrats, miembro actual de la quinta generación y gerente de la empresa.

El espíritu de mejora siempre estuvo presente en este negocio familiar y por eso, poco a poco, fueron introduciendo diferentes maneras de envasado. Con la incorporación de nueva maquinaria pasaron del barril de madera a latas de gran tamaño y pequeñas, para el consumo doméstico, hasta el tarro, uno de los más demandados por la clientela actual.

Mantener la tradición.
Llegar hasta la quinta generación no ha sido fácil y cada una ha realizado una dirección adaptada a las exigencias de su época. «El negocio ha ido cambiando. En los inicios, el gerente lo realizaba todo y ahora la actividad se divide por departamentos con 60 empleados. Somos dos miembros de la familia los que dirigimos la empresa. Yo me encargo de la gestión y mi hermana del márketing», comenta.

A pesar de los cambios vividos, insiste en que el proceso productivo ha variado muy poco. Han ido perfeccionando la técnica para lograr una mayor calidad, pero siempre manteniendo la pesca tradicional y la elaboración de anchoa de sus inicios.

Hoy, también producen atún claro y bonito del Norte, que es el que más volumen de ventas les proporciona. Al mismo tiempo que conservan sus orígenes, sus perspectivas se centran en superar la bajada de ventas en España de los últimos años con una mayor presencia en el mercado internacional, que ya representa el 32% de su producción. Otra estrategia es potenciar su relación con el sector de la restauración, como uno de sus principales clientes. Visita la web de conservas Serrats www.serrats.com.