Investigadores de la Universidad de Oviedo han constatado la disminución del tamaño y la edad media de los salmónidos nativos de Asturias desde el Paleolítico hasta nuestros días. La comparación de restos arqueológicos y ejemplares actuales de salomones y truchas ha permitido determinar que su tamaño es menor y su edad media más baja debido al aumento de la temperatura, la continua actividad pesquera y la fragmentación de hábitats que ha venido produciéndose a lo largo de los siglos.
El trabajo, enmarcado dentro de la actividad del Observatorio Marino de Asturias, ha sido realizado por investigadores de los departamentos de Biología Funcional y Geología de la Universidad de Oviedo en colaboración con científicos de la Universidad de Swansea (Reino Unido).
La catedrática de Genética, Eva García Vázquez, y el geólogo Pablo Turrero han estudiado restos de salmónidos del Paleolítico, pertenecientes a la colección del Museo Arqueológico de Asturias, y los han comparado con ejemplares pescados en la actualidad en el Principado. «En términos generales se aprecia una disminución significativa del tamaño medio de estas especies que iría de los 50 a los 33 centímetros», explica Pablo Turrero.
Los estudios llevados a cabo también revelan cambios en el tiempo promedio que pasan los individuos migradores en el mar que baja de manera notable, mientras que la duración de su etapa de agua dulce se mantiene estable. «Hemos observado que cada vez vuelven antes del mar y por tanto, son ejemplares más pequeños», concluye Turrero.
La actividad pesquera que se lleva a cabo desde hace milenios podría haber hecho mella en las poblaciones al retirar los ejemplares de mayor tamaño. Así, los ejemplares que se reproducen son cada vez más pequeños y más jóvenes, provocando que las piezas de gran talla sean cada vez menos frecuente.
El aumento progresivo de la temperatura del agua es otra explicación que los científicos argumentan para justificar este descenso de la talla media, al menos en el caso concreto de los salmones, ya que la propia biología de esta especie hace que crezcan peor en aguas más cálidas. La contaminación existente en los caudales de los ríos supone otra de las grandes diferencias con el hábitat en el que vivieron los ejemplares del Paleolítico y un posible factor determinante para explicar los cambios de tamaño y edad media.