El Pleno del Ayuntamiento de la localidad navarra de Egüés aprobó unánimemente la exhumación de los restos de tres fusilados durante la Guerra Civil que habían huido del Fuerte de San Cristobal.
El Ayuntamiento del Valle de Egüés decidió en el Pleno municipal celebrado este jueves 6 de noviembre, con el voto a favor de todos los partidos políticos que configuran el Consistorio, llevar a cabo la exhumación de tres fusilados en el Concejo de Elía que reposan en una fosa común.
Las tres personas fallecieron fusiladas cuando fueron detenidas tras huir del Fuerte de San Cristóbal. En aquel momento, el párroco de la localidad suplicó a los captores que no lo hiciesen pero fue inútil. Fueron ejecutados en el propio Concejo.
Sus restos, una vez exhumados, serán trasladados hasta Aranzadi, quienes se encargan de analizar e intentar localizar a las familias de los fusilados para que los restos descansen con los suyos.
El Fuerte de San Cristobal
A partir del golpe militar de julio de 1936, en el que Navarra quedó bajo el control de los sublevados, volvió a llenarse lo que era el penal, y en pocos meses ya tenía una población de unos 2.000 presos. A muchos de ellos, sobre todo navarros y algunos riojanos, se les anunciaba la “puesta en libertad” y cuando iniciaban el descenso del monte eran abatidos.
Entre el 1 de enero de 1937 y el 6 de julio de 1945, fecha del cierre como penal, consta la muerte de 305 presos, por motivos variados, predominando la “desnutrición” y los “paros cardíacos”. Muchas de ellas estaban relacionadas con la tuberculosis, ya que era centro receptor de otras cárceles con presos convalecientes por esta enfermedad como “Sanatorio Penitenciario”. En el listado hay 25 en los que figura “traumatismo” como causa de la muerte. Estos habían sido fusilados, veintiuno de ellos el 1 de noviembre de 1936 y los otros cuatro el 17 de noviembre del mismo año. La mayor mortalidad se dio en los años 1941 con 51 personas y 1942 con 61.
A todo lo anterior hay que añadir los 225 muertos en relación con la fuga del fuerte en el año 1938. Los tres de Elía se encontraban entre los fugados.