FCC realiza un saneamiento extraordinario de 769 millones antes de la ampliación de capital

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PRUEBA

FCC contabilizó al cierre del tercer trimestre unas pérdidas de 788 millones de euros. Este resultado se debe a las provisiones y deterioros no recurrentes, sin impacto en el flujo de caja del período, por importe de 769 millones realizadas para culminar el saneamiento de activos.

El ajuste contable se realiza justo antes de que la Junta General de Accionistas se pronuncie sobre la propuesta de ampliación de capital de 1.000 millones de euros, cuyos objetivos son fortalecer los fondos propios, reducir el endeudamiento y mejorar la cuenta de resultados.

Al margen del impacto de los saneamientos aplicados en el tercer trimestre, FCC sigue incrementando la rentabilidad de las operaciones, tal y como se comprometió en el Plan Estratégico en vigor desde marzo de 2013. En esta línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se elevó casi un 20% respecto al mismo período del año anterior. Los 587 millones de euros alcanzados suponen una mejora de 2,8 puntos porcentuales en el margen operativo, que se sitúa ya en el 13%. El aumento de la rentabilidad está en directa relación con los ahorros conseguidos por el programa de eficiencia y las medidas de reestructuración, especialmente notables en las áreas de Construcción y Cemento y en los Servicios Centrales. Las áreas de Medio Ambiente y Agua aportan el 74,6% del Ebitda.

La mejora del resultado bruto se produce con una reducción de la cifra de negocio del 6,1%. Los ingresos consolidados se situaron en 4.592 millones de euros, de los que el 43% corresponden a negocios internacionales. Reino Unido e Iberoamérica, con un 14,4% y un 10,2%, respectivamente, encabezan la actividad internacional del Grupo, aunque la región de mayor crecimiento es Oriente Medio y Norte de África debido al inicio de las obras del metro de Riad (Arabia Saudí).

El resultado neto de explotación (Ebit) arroja un saldo negativo de 461 millones de euros, al recoger el impacto de las provisiones por importe de 114 millones de euros, vinculadas al ajuste de valor de activos inmobiliarios y diversos riesgos en la cabecera del Grupo, y del deterioro de 655 millones en los activos materiales de FCC Environment, la filial de Medio Ambiente en Reino Unido. Estos últimos derivan de los planes de cierre de determinados vertederos que dejen de ser rentables. De esta forma, FCC Environment acelera su proceso de transformación hacia la gestión de residuos urbanos (recuperación, reciclaje y tratamiento).

Los gastos financieros ascendieron a 363 millones de euros, un 11,8% más que en el mismo período del año anterior. El resultado financiero recoge ya las nuevas condiciones de la deuda bancaria corporativa en vigor desde el pasado 26 de junio, e incluye 40 millones de intereses capitalizados correspondientes al Tramo B del acuerdo de refinanciación. Dado  el destino de los fondos que se capten con la ampliación de capital, la rebaja del Tramo B y de las condiciones de financiación producirían una sustancial reducción de los gastos financieros y, en consecuencia, tendrían un impacto positivo en la cuenta de resultados consolidada.

El resultado antes de impuestos, negativo en 859 millones de euros, produce unos créditos fiscales de 132 millones. Sumadas las pérdidas de 69,9 millones computadas en las actividades interrumpidas, producidas por  el ajuste en el valor contable de derivados financieros en el área de Energía por la formalización de su venta, se llega a un resultado neto atribuido a la sociedad dominante de -788 millones de euros.

Desinversiones y cartera

La deuda financiera neta se situó al final del tercer trimestre en 6.430 millones de euros. Un 40% de la misma corresponde a las áreas de Medio Ambiente y Agua y, en consecuencia, está vinculada a contratos de carácter público, regulados y de largo plazo.

En el caso de que sea aprobada por la Junta General de Accionistas, los fondos captados con la ampliación de capital tendrían un impacto directo en la reducción del endeudamiento y, al mismo tiempo, producirían una rebaja considerable en la carga financiera que soporta el Grupo. También permitirían corregir la situación del patrimonio neto, afectado por las pérdidas de los últimos ejercicios.

Desde la puesta en marcha del Plan Estratégico, en abril de 2013, se han realizado y acordado desinversiones de activos no estratégicos por un valor total de 1.740 millones de euros, un  79% del objetivo de 2.200 millones. A las realizadas durante el pasado ejercicio se han añadido en 2014 la venta de Logística por 32 millones de euros, el acuerdo para la venta de Cemusa (mobiliario urbano) por 80 millones de euros y la enajenación de FCC Environmental (residuos industriales en Estados Unidos), ya en octubre, por 70 millones de euros. Entre los activos pendientes de venta destacan las participaciones del 50% y 36,9% en Globalvía y Realia, respectivamente.

Finalmente, la cartera creció un 0,4%. De los 33.484 millones de euros contratados, que equivalen a cinco años y medio de ingresos, 15.172 millones corresponden a Agua; 11.799, a Medio Ambiente y 6.513, a Construcción.