La compañía Campofrío ha trasladado al Ayuntamiento de Burgos su intención de abrir una nueva planta en 2016 que dé trabajo a todos los empleados con que cuentan las instalaciones arrasadas este domingo por el fuego.
Unas 2.500 personas, entre empleos directos e indirectos se han quedado sin trabajo este domingo cuando las instalaciones de la factoría han sido devoradas por las llamas. A estas alturas del lunes aunque el fuego ya está controlado, aún sigue activo.
Desde los primeros momentos la empresa mostró su intención de no abandonar la localidad e intentar solapar en la medida de lo posible los daños que el siniestro podría acarrear a la economía burgalesa. Esta mañana ha comunicado su intención de levantar una nueva fábrica en Burgos.
Así lo ha confirmado el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, quien ha explicado que el director general de la compañía, Pedro Vallvé, le ha confirmado su intención de abrir una nueva planta en el año 2016 que dé trabajo a todos los empleados actuales.