Barcelona impulsa un nuevo plan de seguridad vial para disminuir la siniestralidad en la ciudad de este colectivo, que incluye solicitar a la Dirección General de Tráfico un cambio normativo en relación al permiso B. Hasta el 31 de octubre han muerto 26 personas en accidentes, quince de las cuales han sido motoristas.
Aunque la probabilidad de tener un accidente en moto en Barcelona es un 70% más baja que hace quince años, la siniestralidad en este colectivo ha incrementado en los últimos meses. De las 26 personas que han muerto en accidentes viales en la ciudad, quince han sido motoristas.
Ante esta situación Barcelona pone en marcha un plan específico para disminuir específicamente la siniestralidad de motos y motocicletas . En total son 17 medidas que actúan sobre la prevención pero también sobre la sanción de los conductores.
Entre las actuaciones previstas está la formación en seguridad vial y motos a las empresas, cursos específicos para jóvenes de entre 16 y 18 años y el aumento del control a las infracciones de motoristas.
El cambio más significativos del nuevo plan es el de la petición de modificación de la normativa de la Dirección General de Tráfico la cual permite el uso de estos vehículos de hasta 125 cc con el permiso B después de tener tres años de antigüedad. Y es que los datos demuestran que el 45% de los muertos conducían con este tipo de carné.
“La gente está suficientemente preparada? Domina bastante la moto? “Se pregunta el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona al 21º Fórum Barcelona de seguridad vial , que asegura que “hay que revisar la normativa” vigente desde hace diez años.
Educar para prevenir
Uno de los colectivos más vulnerables es el de los jóvenes. En este sentido, se llevan a cabo sesiones informativas para concienciarsobre los peligros en la carretera . Una de ellas es la campaña “Cambio de marcha” , una actividad educativa organizada por Servicio Catalán de Tráfico y la fundación Mutual de Conductores que recorre el territorio catalán con testimonios directos de accidentes.
Un bombero, un policía de la Guardia Urbana, un profesional del SEM, una víctima y un familiar de una víctima son los protagonistas del acto que, a través de sus vivencias personales, transmiten un mensaje muy potente de prudencia y sensatez al volante.