Están llegando a los puertos de la costa vasca unas piezas de caballa extraordinarias que recibimos inmediatamente en nuestra fábrica, fresquísimas. Mucha gente no sabe que en el Cantábrico también la pescamos y algunos, como Conservas Olasagasti , escogemos las mejores para envasarlas en frascos con aceite de oliva.
La caballa es muy alabada por pertenecer al grupo de pescados azules y, como tal, es muy rica en ácidos grasos «omega-3» que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre y a hacer la sangre más fluida, lo que disminuye el riesgo de formación de coágulos o trombos.
El consumo de caballa es altamente recomendable debido a que contribuye a disminuir el riesgo de enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Además, la carne de la caballa supone una buena fuente de proteínas de alto valor biológico y contiene diferentes vitaminas (entre las que destacamos la D, A y E) y minerales (como el hierro, zinc y el yodo). Si quieres saber las propiedades de estos minerales y vitaminas, pincha aquí y comprobarás por qué es un alimento súper saludable, tanto en fresco como en conserva.
Nunca has probado la caballa o mackerel? Nuestra caballa es un pescado pequeño (3 piezas por kilo), de cuerpo alargado, cubierto de escamas diminutas y con una línea lateral evidente. Tiene un sabor más intenso que elBonito del Norte o el Atún Claro y en conserva mantiene ese carácter: al abrir el tarro apreciamos su intenso aroma, es suave en el tenedor y jugosísimo en la boca. No hay que confundirla con el verdel (scomber-scombrus), que es un pescado “menos fino” que la caballa (scomber-japonicus).
Aún siendo menos conocido que otros pescados azules, la caballa es muy versátil en la cocina, dando carácter y sabor a mar a muchas recetas.
Y es el pescado azul otoñal por excelencia. Aunque primavera es también su temporada, la mejor caballa la encontramos en noviembre.
