La Policía de Zaragoza realiza a lo largo de esta semana una campaña de control del bus escolar

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Los datos estadísticos consideran que es un sector seguro y recuerdan que la mayor probabilidad de accidente se da en el momento en el que los estudiantes suben o bajan del vehículo

La Policía Local de Zaragoza se suma, a lo largo de esta semana, a la campaña que pone en marcha la Dirección General de Tráfico para controlar la seguridad del transporte escolar.

Se trata de una vigilancia especial que pretende mantener los buenos niveles de seguridad que arroja el sector, a la vez que llamar la atención sobre los momentos que se entienden como de mayor riesgo en el desplazamiento de los pequeños y que coinciden con la subida y la bajada del autobús.

Se considera que en todo el país, medio millón de alumnos utilizan a diario el autobús escolar, totalizando 280 millones de pasajeros al año. Asimismo, se indica que un 40% de la flota privada de autobuses ( en torno a 17.000) realiza este tipo de servicios.

Los agentes de la Policía Local que se encargan de desarrollar esta campaña, examinan de manera especial las autorizaciones y los documentos que hacen referencia a las condiciones técnicas y a los elementos de seguridad del vehículo (cinturones y sistemas de retención infantil. También comprueban los datos que hacen referencia al conductor, es decir, al permiso de conducción y al cumplimiento de los tiempos de descanso.

La realización de este tipo de campañas pretende incrementar los niveles de seguridad de los menores. Los estudios ponen de manifiesto que a 50km/h, que es la velocidad máxima permitida en las vías urbanas, un niño no podría sobrevivir en caso de accidente si no se hubiera adoptado previamente ninguna medida de seguridad. Entre las más eficaces destacan los cinturones y los sistemas de retención. De hecho, desde 2007-2008 se deniega la matriculación a cualquier autobús de transporte escolar que no lleve instalados estos mecanismos.

Asimismo, estos buses deben cumplir otra serie de medidas relativas a la antigüedad, los seguros y la presencia de una persona debidamente cualificada que acompañe a los escolares. Además, desde 2013, los autobuses nuevos de la UE deben contar con un sistema de frenado de emergencia que se active de manera automática ante la posibilidad de una colisión.

Las cifras de cumplimiento de la normativa son muy altas y las estadísticas revelan que hablamos de un sector seguro, con bajos índices de siniestralidad. Sin embargo, la Policía de Zaragoza, advierte, en función de estudios relacionados con este tipo de movilidad, que el 90% de los accidentes que se producen durante los desplazamientos del transporte escolar son atropellos que ocurren en el momento inmediatamente anterior a la entrada o salida de los niños del bus, ya sea por distracción del menor, de los padres, o del propio conductor.

En este sentido, los agentes recomiendan que los niños no se sitúen nunca detrás del autobús, porque no se ven; que esperen la señal del conductor para cruzar y hacerlo siempre, al menos, tres metros por delante del vehículo; dentro del bus es necesario viajar sentado y con el cinturón abrochado y, por supuesto, obedecer al monitor y al conductor.

En Zaragoza, la Policía Local incorpora a su trabajo habitual la vigilancia del transporte escolar entre octubre y marzo y siempre que la DGT apuesta por un plus de seguridad.