Dos expertos en materia de Derechos Humanos de Naciones Unidas han instado al Gobierno de Estados Unidos y a las autoridades del estado de Texas a detener la sentencia de pena de muerte contra Scott Panetti, un preso que sufre esquizofrenia y cuya ejecución está prevista para este miércoles.
«La pena de muerte sólo podrá imponerse cuando la culpabilidad del acusado se basa en pruebas claras y convincentes, sin dejar espacio para una explicación diferente de los hechos».
«Es una violación de las garantías imponer la pena capital a personas que sufren de discapacidad mental», recoge el comunicado de la ONU, en el que insiste que de cumplirse la sentencia «puede equivaler a una ejecución arbitraria».
Panetti fue hospitalizado entre 1981 y 1992 por varias enfermedades mentales, como la esquizofrenia crónica, delirios y tendencias homicidas. En septiembre de 1995 fue condenado a muerte por matar a sus suegros en 1992.
Desde su condena, el reo ha apelado las decisiones de los tribunales sobre su competencia para ser ejecutado, en base a diversas evaluaciones de expertos que acreditan sus graves problemas de salud mental. A pesar de la existencia de una prohibición federal para aplicar la pena de muerte en esos casos, le sentencia sigue en firme.
Por su parte, el relator especial de la ONU sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, Juan E. Méndez, se ha sumado a la denuncia, insistiendo en que esta sentencia es «intrínsecamente cruel e indigna de las sociedades civilizadas».