En lo que llevamos de año se han recogido en Terual 156 perros, de los que 59 no llevaban el correspondiente microchip.
El Ayuntamiento de Teruel, a través de la Policía Local, va a intensificar a partir de la próxima semana el control de los perros de la ciudad para comprobar si llevan el correspondiente microchip identificador, lo que garantiza que el animal ha pasado por los controles sanitarios de un veterinario.
Según ha explicado la concejal de Patrimonio y Contratación, Emma Buj, en lo que llevamos de año se han recogido 156 perros en la calle, de los que 95 llevaban chip con el que se identificó a su dueño y fueron devueltos tras el pago de la tasa correspondiente (46 euros más 3 euros por cada día que pasa hasta que el dueño se hace cargo del animal) y 59 no tenían chip, con lo que no se pudo localizar a su propietario.
De estos últimos, 45 fueron dados en adopción a través de la protectora de animales ‘8 vidas’ principalmente, aunque también se cuenta con la inestimable colaboración de la protectora de animales ‘Amigo Mío’ que tiene instalaciones propias y custodia animales abandonados hasta su adopción, y de la propia empresa contratada por el Ayuntamiento para la recogida de animales. Actualmente quedan 12 perros pendientes de adopción. Las personas interesadas pueden obtener información sobre ellos en la web de ‘8 vidas’.
Ningún perro sano sacrificado
‘Nuestro objetivo es que ningún perro sano sea sacrificado por haber sido abandonado o haberse escapado, aunque la ley permite hacerlo a partir de los siete días de haberlo recogido. Para ello contamos con la colaboración fundamental de la empresa y las dos protectoras de animales, a las que agradezco muchísimo su implicación. En el caso de Teruel, sólo dos perros fueron sacrificados este año, con el correspondiente informe veterinario, uno por enfermedad irrecuperable y otro por problemas graves de agresividad’, explica Buj.
La concejal ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los dueños de los perros indicando que ‘el abandono es una crueldad hacia los propios animales y causa problemas a la ciudadanía’. Buj ha recordado que si se encuentra un perro abandonado se puede llamar a la Policía Local o al departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento y la empresa contratada se hará cargo del mismo.
‘Quien tiene un perro debe hacerlo en las condiciones adecuadas, tanto por el animal como por el resto de los ciudadanos’, concluía.
Para el concejal de Seguridad Ciudadana y Policía Local, José Miguel Hernando, ‘cuando decidimos tener una mascota, en este caso un perro, asumimos una serie de responsabilidades además del cuidado, atención y cariño que merece, ya que es un ser vivo’. Hernando ha recordado que es obligatorio dar de alta el animal en el censo canino municipal y en el RIACA (Registro e Identificación de Animales de Compañía de Aragón), llevarlo al veterinario para que le ponga el microchip y le haga la correspondiente tarjeta sanitaria en la que aparecen los datos del animal, del propietario y del veterinario, y si es o no potencialmente peligroso.
Perros potencialmente peligrosos
En el caso de tener un perro potencialmente peligroso, los requisitos marcados por la ley estatal 50/1999 de 23/12 Régimen Jurídico de Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos marcan la obligatoriedad de obtener una licencia administrativa que será otorgada por el Ayuntamiento no sólo al propietario sino también a todas las personas que vayan a sacar a ese perro a la calle. Deberán ser mayores de edad, con certificado negativo de antecedentes penales, declaración jurada de no haber cometido infracciones graves o muy graves (art. 13 de la ley), aportar un seguro de responsabilidad civil con cobertura no inferior a 120.000 euros y disponer de capacidad física y aptitud psicológica para la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
Los perros potencialmente peligrosos deben llevar siempre bozal y una cadena de 2 metros como máximo. Entre las razas consideradas potencialmente peligrosas destacan los rottweiler, dogo argentino, pit bull o fila brasileiro. Las infracciones graves se multan con sanciones de 300 a 2.404 euros (sueltos o sin bozal son 300 euros y no tener licencia 2.404, siendo sanciones acumulativas en caso de que se den varias circunstancias). En el caso de infracciones muy graves la multa puede llegar a los 15.025 euros.
730 perros censados en Teruel
El concejal también ha avanzado que el censo canino en la ciudad de Teruel asciende hoy a 730 perros, siendo de 700 cuando comenzó el año. En el caso de los perros potencialmente peligrosos se ha pasado de 70 a principios de año a 83 en la actualidad. Las sanciones más habituales son por carecer de licencia, ir sin bozal y/o ir sueltos. En 2012 se tramitaron dos expedientes sancionadores a dueños de perros potencialmente peligrosos, en 2013 fueron 13 y en lo que llevamos de 2014 son 9. En cuanto al resto de perros, las sanciones más comunes corresponden a entrar con el perro en zonas ajardinadas o de juegos infantiles, ir sueltos, sin correa o deyecciones en la vía pública. En 2012 se tramitaron 12 expedientes, en 2013 fueron 27 y este año 13.
‘Estamos satisfechos por el descenso en el número de sanciones y seguimos confiando en la responsabilidad de los dueños de los animales para que no los lleven sueltos y especialmente para que no los abandonen. Varios perros abandonados pueden asilvestrarse y ser peligrosos. En la capital no ha pasado, pero es mejor prevenir por motivos de seguridad’, indica.
‘Por favor, apelamos a la responsabilidad de los dueños para que recojan los excrementos de sus mascotas, por salubridad y respeto a los demás. Hay una gran demanda ciudadana para que seamos inflexibles en este asunto’, añade.
En cuanto a la campaña de control de microchip en los perros, el concejal ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que aproveche este ‘aviso’ y si su perro no lleva el chip lo lleven al veterinario estos días antes de que empiecen los controles. ‘No queremos multar a los propietarios de perros, lo que queremos es que los tengan en las condiciones adecuadas’, concluye.
El Ayuntamiento de Teruel está estudiando la posibilidad de vallar una zona verde en el barrio de la Fuenfresca para que los perros puedan correr libremente en su interior, aunque sus dueños deberán igualmente recoger sus excrementos.