Este sábado 13 de diciembre, Amnistía Internacional instalará una carpa en la plaza de Zocodover de Toledo.
La carpa estará abierta de 18.00 a 20.00 horas para recoger firmas por los casos de la soldado estadounidense Chelsea Manning, del funcionario de Naciones Unidas en Uzbekistán Erkin Musaev y del nigeriano Moses Akatugba.
A partir de las 22.00, la organización celebrará en la libro-taberna ‘El Internacional’ una fiesta por los Derechos Humanos donde seguirá con su «maratón de firmas».
Esta recogida de firmas se enmarca en la acción ‘Actúa, cambia una vida’, iniciativa que se lanzó por primera vez en 2003 en Polonia. Desde entonces, diversas personas sobre las que ha estado centrada la campaña han sido puestas en libertad, y otras han visto mejorar sus condiciones.
Activistas y simpatizantes de Amnistía Internacional en todo el mundo se disponen a participar en esta campaña anual por los derechos humanos, que comenzará el 3 de diciembre y que se enmarca en la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.
En España, los activistas saldrán a la calle en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Albacete, Jaén, Granada, Tenerife o Valencia, entre otras, para trabajar tres casos con un común denominador: haber sufrido tortura y malos tratos durante su reclusión.
En sus acciones pedirán la excarcelación de Chelsea Manning, una soldado estadounidense que se halla cumpliendo una condena de 35 años de prisión por haber filtrado material reservado del Gobierno al sitio web Wikileaks. Sus condiciones de reclusión han sido calificadas por el Relator Especial de la ONU sobre Tortura como «crueles e inhumanas».
También solicitarán la liberación de Erkin Musaev, funcionario de Naciones Unidas en Uzbekistán, acusado de espionaje, y condenado a 20 años de prisión tras tres juicios «injustos» en los que se admitieron como prueba confesiones conseguidas bajo tortura.
Finalmente, pedirán la conmutación de la pena de muerte de Moses Akatugba, nigeriano detenido cuando tenía 16 años como sospechoso de un atraco a mano armada, algo que él afirma no haber cometido. Pasó tres meses bajo custodia policial y confesó tras haber sido brutalmente torturado. Ha sido condenado a muerte.