Se exhumarán los restos de tres presos que escaparon de la cárcel de San Cristóbal el 22 de mayo de 1938, en plena guerra civil lo que constituyó la fuga más espectacular de la historia penitenciaria española.Tan solo 3 o 4 de los casi 800 huidos consiguieron llegara suelo francés.
El Ayuntamiento de Egüés comenzará el próximo 3 de enero los trabajos para localizar los restos de tres personas fusiladas en mayo de 1938 en Elía.
El consistorio gobernado por Alfonso Etxeberría (Geroa Bai) cumple así con un acuerdo adoptado por el pleno del Ayuntamiento en noviembre, que se aprobó por unanimidad, y que pedía la exhumación de restos humanos de la Guerra civil en la localidad de Elía-Valle de Egüés.Previamente, el consistorio presentó una instancia al Gobierno de Navarra solicitando la autorización para esta intervención arqueológica y hace unos días, el pasado 15 de diciembre, el consejero de presidencia, Javier Morrás dictó una orden foral para permitir los trabajos que se iniciarán en próximos días.
La Sociedad de Ciencias Aranzadi (Zientzia Elkartea) ha sido la encargada de elaborar el plan de intervención arqueológica, la metodología de actuación y el informe preliminar, en virtud del cual la zona de exhumación se sitúa en la parcela catastral 168 del polígono de Elía- Valle de Egüés. Concretamente, el lugar donde se realizará la búsqueda se sitúa en el extremo de una parcela existente junto a la carretera NA-2375, entre las localidades de Echálaz y Elía. Según los testimonios recabados, los posibles enterramientos estarían situados a unos 145 metros de la parcela.
Incluido en el Mapa de fosas de Navarra
Este caso de los tres fusilados en Elía está igualmente recogido en el mapa de fosas de Navarra con los datos que aportó para el mismo la asociación Txinparta. En ambos casos el origen de la información es el mismo, un vecino de Setuain.
En plena guerra civil, el 22 de mayo de 1938, Pamplona fue testigo de la fuga más espectacular de toda la historia penitenciaria española. Ese domingo salió por el rastrillo de la prisión-fortaleza un contingente de 795 prisioneros. Tan sólo 3 ó 4 de estas personas consiguieron llegar a suelo francés.
La mayoría de los evadidos regresó a la prisión, unos obligados y otros por sus propios medios. Sin embargo una cantidad nada desdeñable pagó con su vida el intento de evasión. Los menos fueron condenados a la pena capital como instigadores de la evasión, los más fueron indiscriminadamente asesinados en una cacería que se extendió por los valles al Norte de la ciudad y que arrojó más de 200 víctimas.
De estas últimas, 24 jamás pudieron ser identificadas. Precisamente tres de ellas fueron asesinadas y clandestinamente enterradas en este paraje del Valle de Egüés.
La terrible historia de los tres fusilados de Elía
El relato del vecino de Setuáin, recuerda que” estos tres hombres aparecieron un día por Elia diciendo que tenían hambre y si les podían dar algo de comer. Les dieron pan y les dijeron que tenían que ir a por más pan y se fueron a sus casas y volvieron con escopetas y los detuvieron, luego marcharon a Villava, donde había un pelotón de Falange, a avisar de la detención y les preguntaron qué debían hacer con ellos a lo que les respondieron que les pegasen un tiro”.
“Volvieron al pueblo y le avisaron al cura de Elia, que era de Villava, para que los confesase. El cura intercedió por ellos rogando a los matones que no los matasen pero todo fue inútil, los llevaron al campo y los fusilaron a los tres, a uno de ellos, con los disparos se le saltó la dentadura y cayó al suelo, donde se vio que tenía una pieza de oro y que uno de los pistoleros la recogió y la tiró a la fosa, donde se enterró junto a los tres cadáveres”.
La información de la asociación Txinparta sobre el caso incluye el relato de un vecino que recuerda que “estaban en el rosario, al oscurecer, y que llegaron varios hombres buscando al cura para confesar a unos presos fugados de San Cristóbal. Él cree que eran cuatro y uno de ellos se escapó o intentó escapar, por lo que hubo algún tiroteo y no recuerda qué pasó con él”.
“A los otros tres los llevaron al extremo superior de una finca triangular que hay a la izquierda de la carretera (km 2), un poco antes de llegar al pueblo de Elía y allí los mataron y enterraron”, concluye su narración.