Así lo ha explicado el alcalde Ángel Vega, ilusionado con la materialización de una batería de proyectos que han debido superar todo el entramado administrativo para llegar a buen puerto. Esta misma mañana ha recorrido la zona del Merenillo, histórico acceso a los emblemáticos astilleros que siglos atrás fueron los más importantes del reino de Castilla, acompañado por la concejal de Empleo, Promoción Económica y Comercio,Magdalena Gómez, y de la edil de Turismo y Festejos, Lara Recio. El regidor laredano ha destacado “el cambio radical que va a experimentar este punto situado en la parte más elevada de nuestra Puebla Vieja, para disfrute tanto de sus vecinos como del resto de laredanos y de quienes nos visitan”. En este sentido, ha destacado “la vertiente turística que tienen estas actuaciones, y la más importante aún desde el punto de vista del impulso al empleo, en unos tiempos en los que resulta primordial incentivar la actividad económica de las empresas”.
Las obras han permitido renovar integralmente todas las canalizaciones de abastecimiento, saneamiento e iluminación, mejorando de forma notable la calidad de vida de los residentes en dicho enclave. Además, se ha actuado para adecentar la parte más pegada a la ladera que cae sobre Menéndez Pelayo, dando lugar a un nuevo mirador panorámico a lo largo del paseo. En los próximos días los operarios se acometerán la colocación del nuevo pavimento de adoquín de granito así como losas de granito en la zona más pegada a las edificaciones. Se trata de la misma alternativa implantada en la calle Fuente Fresnedo de acceso al Centro de Salud. La última actuación en la zona data de los años 80.
Sin solución de continuidad, las máquinas irrumpirán en la calle Callejilla para acometer una actuación de renovación integral de este eje trazado en paralelo a la Rúa Santa María. Se trata de un acceso que soporta mucho tráfico, al dar acceso a través de Regatillo a la Guardería Virgen de Belén y al Centro de Atención y Ayuda a la Infancia, así como a la zona rural situada entre La Atalaya y Valverde. Los trabajos permitirán reordenar una calle bastante castigada y que presenta en los desniveles de acceso a portales y garajes uno de sus principales retos. Sin acabar el primer mes de 2015 ya se conocerá quién ejecutará las obras de la calle San Francisco, una rúa emblemática y vital de la villa, cuyo deterioro durante décadas pasará a ser historia gracias a la importante inversión prevista en su recuperación. Una apuesta por remozar integralmente el vial y las infraestructuras con vistas a impulsar la posterior revitalización de este ámbito.
Su puesta en marcha coincidirá en el tiempo con la de las VPO de alquiler en Ruayusera y Revellón. Dos solares llamados a convertirse con su reconstrucción en el punto de inflexión hacia la definitiva recuperación de la Puebla Vieja, en la que, por primera vez en muchos años, comenzarán a ganar por goleada los proyectos en ejecución frente a la ruina que durante muchas décadas amenazó con destruir el Casco Histórico más extenso de cuantos existen en Cantabria, declarado Conjunto Monumental Histórico Artístico un 3 de diciembre de 1970. Finalmente, el viejo Ayuntamiento recuperará plenamente su uso tras las labores de refuerzo para garantizar la estabilidad de la planta superior, permitiendo disponer de un auténtico palacio con un uso eminentemente cultural en el punto de arranque del corazón de la villa pejina.
