En 2014 se han retirado en Donostia 256 nidos de avispa asiática

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PRUEBA

En el año que acaba de terminar se han retirado en el municipio 256 nidos gracias a la campaña para hacer frente a la expansión de la avista asiática puesta en marcha por el Ayuntamiento de Donostia.

La campaña ha sido muy efectiva ya que en 2014 se han retirado 79 nidos más que en el año anterior –en el 2012 se retiraron 190 nidos, y en el 2011, a su vez, 42-. La campaña para hacer frente a la expansión de la especie Vespa velutina nigrotorax comenzó en abril, con la primavera, y terminó el pasado 22 de diciembre, con el invierno.

El Ayuntamiento mejoró hace dos años el protocolo de actuación anterior con el fin de frenar el avance de esta especie invasora, y este año ha dado un paso más reforzando la campaña de actuación con actuaciones concretas, como la instalación de trampas para la captura de avispas reinas, y ampliando la campaña de información en la que se solicita la colaboración ciudadana a la hora de detectar los nidos.

Axier Jaka, concejal de Medio Ambiente, ha señalado que por primera vez este año se han colocado trampas para capturar avispas reinas: “A principios de marzo instalamos un total de 36 trampas, y que gracias a este sistema se han capturado 344 ejemplares de avispas reinas. Éste método está dando resultados positivos, mientras se investigan otros medidas de actuación más efectivas; en ese sentido hay que tener en cuenta que entre marzo y mayo las avispas reinas construyen unos nidos pequeños, de unos cinco centímetros, en los que colocan sus huevos; se trata de nidos primarios y es a finales de verano cuando cada una de las reinas construye otro nido en el que produce unas 200 nuevas reinas y entre 1.500 y 3.000 avispas obreras”. Se trata de nidos de gran tamaño que se ubican en las copas de los árboles, a mucha altura del suelo, y son más difíciles de localizar y destruir.

Jaka ha destacado la importancia de la implicación ciudadana en estos casos, ya que la detección y eliminación de estos nidos pequeños supone una reducción considerable del número de futuros avisperos de mayor tamaño: “Por cada uno de estos nidos que se destruyen ahora evitamos 200 nidos, es decir, 200 avispas reinas y entre 1.500 y 3.000 avispas obreras. Estos nidos además son más accesibles que los que se construyen en los siguientes meses y se suelen detectar en árboles y arbustos, buhardillas, trasteros, garajes, o en fachadas orientadas al sur, en terrazas, ventanas, balcones o techados”.

El concejal ha explicado que aunque esta especie no supone en principio ningún riesgo para las personas está poniendo en peligro las abejas autóctonas, algo que desde el punto de vista medioambiental es muy perjudicial: “Entendemos la preocupación de los apicultores ya que de año en año se reducen las colmenas y se produce menos miel y, no hay que olvidar que las abejas autóctonas son responsables de un 80% de la polinización, acción necesaria para que nazcan nuevas plantas y árboles”.

Axier Jaka ha explicado los pasos a seguir en caso de detectar un nido: “Es muy importante que los ciudadanos informen de los nidos detectados para poder eliminarlos. Hay que contactar a través del 092 con la Guardia Municipal. Y en el caso de localizar un avispero grande se recomienda no acercarse a menos de cinco metros, y no intentar retirarlo por medios propios”. En estas labores están implicados los Bomberos, el servicio de Sanidad, y la Guardia Municipal, así como los guardias forestales de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

La vespa velutina, comúnmente conocida como avispa asiática, fue detectada en 2010 en Irun; los apicultores de Iparralde ya la sufrían hace meses. Un año después, continúan haciendo frente como pueden a esta avispa, una agresiva depredadora para las abejas mielíferas autóctonas. La vespa velutina proviene de Asia y entró en Europa a finales de 2004, al parecer en un contenedor repleto de alfarería o madera importado de China a través del puerto de Burdeos. La preocupación se ha ido extendiendo desde entonces. Ya por 2005 los agricultores franceses mostraban su preocupación al ver cómo la avispa asiática acababa con la abeja doméstica en más de 38 departamentos-.

Las avispas miden alrededor de 30 milímetros, y la reina, entre 35 y 40. Construyen los nidos colgados de los árboles, a cierta altura. Son del tamaño de un balón y hechos en papel. Cada nido puede contener unas 1.500 avispas trabajadoras, lo que da una idea de su capacidad de reproducción. Se alimenta de flores y de fruta madura, y la proteína la obtiene de otros insectos que captura. La avispa asiática secciona la cabeza y la parte del aguijón de la abeja y luego la devora o la transporta a su nido. Se trata de una especie más agresiva que la autóctona.

El ciclo biológico de la avispa se puede resumir en seis pasos. En febrero-marzo las reinas emergen de su lugar de hibernación y en abril-mayo cada reina inicia la construcción de un nido y realiza la primera puesta de huevos. Al nacer las avispas obreras continúa con la construcción del nido y se encarga, asimismo, de alimentar a toda la colonia. En septiembre nacen los machos y las nuevas reinas. Estas son fecundadas y a principios de otoño abandonan el nido. Con la llegada del invierno buscan un nuevo refugio donde hibernar. En invierno la reina madre fundadora y las avispas mueren y el nido abandonado no volverá a ser utilizado al año siguiente.

Los nidos tienen forma esférica o romboidal y son construidos generalmente en los árboles, siempre a más de diez metros de altura. En ocasiones pueden aparecer en la parte más alta de las edificaciones. Son de color marrón o crema y cuando alcanzan su máximo desarrollo pueden medir unos 50 centímetros de ancho 80 de alto.