Tras el incidente de la noche de Reyes, en la que dos bueyes que participaban en la cabalgata se desbocaron, el Ayuntamiento los retirará de las próximas cabalgatas, sólo mantendrá un rebaño de ovejas, ponis y un burro.
El alcalde de la villa, Mikel Torres ha asegurado que «los habrá en el 99% de los municipios de Bizkaia, pero aquí no. Sólo participarán en el desfile especies que no supongan ningún peligro».
El lunes, una pareja de estos animales, que tiraban de uno de los carros de la comitiva real, se salieron de la marcha asustados por el estallido de un petardo, avalanzándose sobre la multitud que seguía el desfile a su paso por la avenida Carlos VII. La embestida no ocasionó heridos, los bueyes fueron reconducidos rápidamente por los pastores, si bien la escena desató por unos instantes el pánico entre los niños y padres que asistían a la cita.
Pasadas las fiestas navideñas, el equipo técnico de Cultura se reunirá y analizará el transcurso de las distintas actividades programadas durante estos días en el municipio. «Aquellas cosas que vemos que son mejorables o que hay que cambiar se mejoran o se cambian. Estudiaremos el modo de que la Cabalgata de Reyes siga siendo tan espectacular, pero está claro que, si a pesar de que los esfuerzos de la Policía Local y la Cruz Roja por garantizar la seguridad, no podemos evitar que alguien lance un petardo al paso de los bueyes, tendremos que prescindir de ellos», anunció Torres.
Colectivos animalistas como Equo llevan tiempo solicitando al Consistorio jarrillero que deje de utilizar animales en la Cabalgata.
El de Portugalete no es el único incidente que se produce por el uso incontrolado de material pirotécnico en Cabalgatas donde desfilan animales. En el año 2009, en Sestao, treinta personas resultaron heridas tras desbocarse un caballo por el estallido de un petardo en su hocico. El animal, que respondía al nombre de ‘Cecilio’, lanzó por los aires a su jinete, un niño de apenas 12 años, e inició una carrera en la que golpeó a varios asistentes que se concentraban a la altura de la plaza del Kasko. Desde entonces no participan animales en la Cabalgata de la localidad.