Charlie Hebdo: «Todo está perdonado». Je suis Charlie

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mahomaBajo la frase: «Todo está perdonado», un lloroso Mahoma sujeta un cartel que reza: Je suis Charlie.

Firmado por el dibujante Luz, esta es la portada que sacará mañana a la calle la revista Charlie Hebdo.
Un número muy especial, que sirve de homenaje a las 12 personas asesinadas el 7 de enero en las oficinas que la publicación tiene en París.

Con el apoyo de varios medios, organizaciones y empresas, los «supervivientes» de Charlie Hebdo, han sacado adelante un nuevo número que tendrá una tirada excepcional de hasta tres millones de ejemplares. La revista cuenta normalmente con una tirada de 60.000 unidades de las cuales vende en torno a 30.000.

Las previsiones eran sacar un número especial de 8 páginas, en lugar de las 16 habituales, y un millón de ejemplares. Las peticiones de la revista han desbordado todas las previsiones y se editarán unos 3 millones, traducidos a 16 idiomas para hacer frente a la demanda que un día antes de su salida a los kioscos, no deja de crecer desde todos los rincones de Francia como de todos los países del mundo.

La portada se difundió ayer en las redes sociales y esta mañana se ha enviado por parte de la propia revista a las agencias de noticias.
Tras el ataque el semanario se mudó al diario Libération para reconstruir su nueva edición.

«Es una situación muy dura, estamos todos con nuestra pena, nuestro dolor, nuestros miedos, pero lo vamos a hacer de todas formas, porque la estupidez no va a ganar. Charb (director de la publicación, muerto el miércoles en el atentado) siempre decía que la revista tenía que salir, cueste lo que cueste», dijo uno de los cronistas, Patrick Pelloux.

Aunque no se ha desvelado en contenido de las páginas interiores, se espera que el número de mañana de la revista sea un monografico dedicado sobre todo a la libertad de expresión, a insistir en su derecho a la crítica, incluso a la «blasfemia» como declaraba el abogado de la publicación: «El estado de ánimo ‘Soy Charlie’ también significa derecho a la blasfemia».

«No queremos hacer una necrológica», ha añadido el jefe de redacción Gérard Biard. «No queremos ser unos llorones».