Desde principios de año, se pueden visitar el primer y tercer domingo de cada mes. Hacía dos décadas que estaban cerrados.
Junto a las Atarazanas, encima del Portal de Santa Madrona, el único portal conservado de la muralla medieval de Barcelona; esconde uno de los jardines con más encanto de Barcelona, una sorpresa para todos aquellos que se adentran. Se trata del jardín del baluarte, cerrado al público desde hacía 20 años y que desde 2015 abre el primer y tercer domingo de cada mes.
El jardín se encuentra en el Raval, justo al lado de la muralla del siglo XIV. Este tramo de muralla fue lo que hizo construir Pedro III el Ceremonioso (1319-1387). El Baluarte de Santa Madrona se construyó posteriormente, entre 1775 y en 1776 para reforzar las defensas en un tiempo que se sucedían diferentes guerras con los franceses, los carlistas y la amenaza constante de ataques de los corsarios.
Desde el principio del siglo XX, cuando la Casa del Gobernador pasó a ser una escuela infantil, los jardines del Baluarte convirtieron en el patio del colegio, hasta aproximadamente los años 60. “Los jardines tienen un encanto especial porque hacía más de 20 años que estaban cerrados. La gente los podía ver desde fuera solamente. Ahora, se puede pasear y captar la tranquilidad del espacio y la historia que lo rodea “, explica el Presidente de la Coronela Barcelona, Nicolás Martín, quien gestiona y custodia esta zona amurallada.
