La consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja anunció ayer a través de su titular Íñigo Nagore, las condiciones para recibir la ayuda para el cultivo de remolacha en la región.
El cultivo de remolacha recibirá una ayuda básica, 390 euros por hectárea a condición de que se cumplan los compromisos ambientales durante cinco campañas agrícolas consecutivas. Se establecen unos compromisos de carácter obligatorio y otros que tendrán carácter voluntario y en cualquier caso, la ayuda máxima no superará los 600 euros y «deberán acogerse a la ayuda anual al menos el 80 % de la superficie básica del compromiso inicial».
Esta nueva medida, actualmente en borrador y pendiente de su aprobación por la Comisión Europea, se regulará a través de una Orden autonómica.
Compromisos obligatorios
En primer lugar, los agricultores deben disponer de al menos una hectárea de remolacha azucarera y tienen que ser titulares de explotaciones inscritas en el Registro de Explotaciones Agrarias (REA) de La Rioja, así como en el Registro de Producción Integrada (PI) de La Rioja.
El agricultor remolachero que se acoja a la ayuda deberá realizar análisis de suelo por parcela cada tres años, con el fin de establecer un programa de fertilización y enmiendas adecuado a las necesidades del cultivo.
Tendrá también que respetar un plazo mínimo de dos años sin sembrar remolacha azucarera en la misma parcela y gestionar la explotación en función de un asesoramiento técnico recibido «más allá de lo que está obligado por el Real Decreto 1311/2012 de 14 de septiembre».
Este Real Decreto establece el marco de actuación para conseguir el uso sostenible de productos fitosanitarios, así como el tiempo dedicado a su formación, a la mejora de la eficacia del riego y a la calibración de la maquinaria y equipos de tratamiento del cultivo.
También se deberán incorporar al suelo las hojas y restos de la cosecha de remolacha azucarera, así como del cultivo anterior, como acción de captura de dióxido de carbono atmosférico y como efecto nematicida.
Compromisos voluntarios
El primero de los compromisos voluntarios, que supondrá el pago de otros 110 euros por hectárea, supondrá realizar la carga de la raíz con maquinaria adecuada para eliminar la mayor parte de la tierra, evitando su transporte y la erosión del suelo.
El segundo consistirá en sembrar leguminosas antes de la siembra de remolacha azucarera, y esta práctica se retribuirá con el incremento del importe unitario en 170 euros por hectárea.
Nagore ha resaltado que el Gobierno de La Rioja mantendrá el apoyo al sector remolachero azucarero a través de las medidas que contempla el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.