Según los datos del Informe PISA 2012, España es el país que ocupa el quinto puesto en relación a las tareas escolares que se le mandan a los niños para realizar en casa.
Según confirma la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en España los niños dedican una media de 6,5 horas a la semana a hacer deberes, mientras que la media del resto de naciones se sitúa en 4,9 horas.
España es el quinto país que pone más deberes a los niños en el ranking de la OCDE en el quinto puesto entre los países que más deberes ponen a los niños de una lista de 38 naciones según los datos del informe PISA.
Sólo en Polonia con 6,6 horas semanales, Irlanda con 7,3 horas, Italia con 8,7 y Rusia con 9,7 están por delante de España. Llama la atención que dos de los países con mejores resultados en las pruebas PISA, como son Finlandia (2,8) y Corea del Sur (2,9), sean los que dedican menos horas a hacer deberes.
La OCDE ha detectado que entre 2003 y 2012 ha bajado el número de horas semanales de deberes en casi todos los países, incluido España el volumen de horas de deberes se ha reducido de 7,4 a 6,5 horas a la semana. La OCDE sostiene que, cuando se hacen más de cuatro horas a la semana, el tiempo de trabajo adicional no produce necesariamente mejores resultados.
Expertos de la OCDE señalan que «los deberes son una carga para los alumnos con desventajas socieconómicas», «refuerzan la disparidad socioeconómica en los logros de los estudiantes» y «aumentan la franja entre los ricos y los pobres».
El estudio sostiene que los alumnos con menos recursos se encuentran con más dificultades a la hora de encontrar un lugar tranquilo o no tienen tiempo para hacerlos porque deben atender a otras responsabilidades familiares.
El estudio ha señalado también que los alumnos españoles con menos recursos dedican menos horas a los deberes, concretamente 5,6 horas, frente a las 7,4 horas a la semana que emplean los alumnos que pertenecen a un nivel socioeconómico alto.
Los alumnos de los centros privados hacen más deberes, 7,2 horas a la semana frente a los de los públicos que emplean una media de 6,2 horas a la semana. Esta diferencia también se aprecia entre zonas rurales y urbanas, ya que los niños de las grandes ciudades emplean unas 6,6 horas frente a las 6,3 horas de los de las zonas rurales.