Pues parece que mucha gente, querido lector, es más, posiblemente tú también, y si fallamos en esta afirmación, estamos seguros que no fallamos en afirmar que conoces a alguien de tu entorno que sí lo ve (aunque intente ocultarlo).
La quinta gala tuvo una cuota de pantalla media del 29,7% y 220.000 comentarios hablando de ella en Twitter. Pues sí, si nos remitimos a los datos, tenemos que admitir, que este reality lo vé mucha gente, pero ¿quienes son?.
Pero claro, más que el propio formato de programa que sí tiene éxito, vista la última edición capitaneada por Mercedes Milá, si le añadimos el popurrí de personas-jes,…(no sabría donde encajarlos, bueno sí lo sé y tú estimado lector seguro que también, pero mantengamos este secreto entre nosotros :).
Personajes claves como el pijama de Belén Esteban, la almohada de Kiko Rivera,…han provocado que hasta la familia Alcántara esté pensando en ir a «Sagrillas» a descansar hasta que pase el huracán Gran Hermano VIP.
Pero vamos a los datos (datos de Geca proporcionados por Kantar Media):
Dos de cada tres espectadores del reality son mujeres. (el 65,4% del total).
Además, el formato triunfa especialmente entre las clases bajas. Casi el 40% de los individuos identificados como tal no se pierden el programa, al igual que el 33,5% de los que pertenecen a las clases medias-bajas. El porcentaje desciende ligeramente cuando pasamos a las clases medias (31%) y cae notablemente en el porcentaje de espectadores de clase alta que lo ve (20,3%).
El 40% de los telespectadores de entre 13 y 24 años lo sigue todos los jueves mientras que en el resto de rangos de edad se mantiene en cifras cercanas al 30%, con la excepción del grupo de entre 45 y 64 años (26,8%).
En resumen, mayoritariamente el espectador de Gran Hermano VIP es mujer, de clase baja y menor de 25 años.
Pero os imagináis un gran hermano VIP con políticos, ex-políticos, dudosos políticos,…? y si entre ellos infiltramos a Jordi Évole?.
