El pasado fin de semana el club de futbol brasileiro, Sport Recife, llevó a cabo un nuevo y peculiar plan de seguridad en las gradas.
En el encuentro entre el Sport Recife y Naútico que tuvo lugar en el Arena Pernambuco, un grupo de madres de familia de los aficionados del Sport Recife fue contratado como vigilancia de seguridad.
El objetivo era que los jóvenes hinchas, temiendo la reacción de sus madres presentes entre las gradas, mesuraran su comportamiento durante el encuentro deportivo. Y así fue, las madres ubicadas entre las filas de gradas consiguieron que no hubiera incidente alguno entre el público que asistía al partido.
La violencia entre los aficionados al fútbol brasileño es habitual y un problema preocupante que tanto clubs como los diferentes programas gubernamentales no han conseguido atajar. El problema principal es el no compromiso conjunto de todas las partes implicadas para controlar las llamadas ‘barras bravas’ – hinchas violentos-.
Una carencia que al menos el Sport Recife ha decidido suplir con ingenio. El partido del pasado fin de semana en el Arena Pernambuco de Recife, entre el Sport Recife y Náutico, contó con un escuadrón de exigentes madres dispuestas a «dar entre las orejas» a cualquiera de sus retoños que de desmandara.
Tanto éxito ha tenido la curiosa iniciativa, que el club ha asegurado que está más que dispuesto a repetirla.
‘Mães Seguranças’
La campaña e ha llamado ‘Mães Seguranças’ (Madres Guardias de Seguridad) y planteaba concientizar a los aficionados de lo importante que es mantener una actitud correcta y pacífica al asistir a un encuentro de futbol.
Para desarrollar la campaña, el Sport se puedo en contacto con numerosos aficionados a los que solicitó con «discreción» el teléfono de contacto de sus progenitoras, «entre otros muchos datos», para así no dar pistas sobre la acción que se iba a llevar a cabo.
En palabras del director ejecutivo de marketing del Sport, Sid Vasconcelos, se trató de una acción «que cogió a todos por sorpresa». Tras recibir un práctico curso de formación, las progenitoras debidamente uniformadas se posicionaron en diversos puntos estratégicos del estadio Arena Pernambuco para llamar la atención a todos, incluidos sus hijos.
La iniciativa fue comunicada a todos los asistentes a través de las pantallas y la megafonía del estadio, lo que generó hilaridad y desconcierto entre los aficionados que llenaban las gradas.
El Sport ha desarrollado esta campaña de manera conjunta con la agencia de publicidad Ogilvy Brasil, con quien el club de futbol ya había trabajado anteriormente en otra curiosa iniciativa para que los aficionados del club se convirtieran en donantes de órganos.